TELEVISION › GEORGE LUCAS ABRE LAS PUERTAS DEL SKYWALKER RANCH, SU CENTRO DE OPERACIONES
A poco de estrenar la segunda temporada de la serie animada La guerra de los clones, el director y productor de la tercera franquicia más exitosa de la historia dice que siempre habrá nuevas posibilidades para sus personajes.
› Por James Rampton *
No todos los días uno es recibido en la puerta delantera por Luke Skywalker, Obi Wan Kenobi, la Princesa Leia, Yoda, R2D2 y un pelotón de Stormtroopers. Pero, claro, no todos los días uno visita el Skywalker Ranch, un raro tour al nervio central del imperio del creador de Star Wars, George Lucas. Es el cuartel central de Lucasfilm, una de las productoras cinematográficas independientes más grandes en esta galaxia y en una muy, muy lejana. Situada en el hermoso Lucas Valley (no, no fue nombrado así por él: es pura coincidencia), el aislado rancho en las tierras altas sobre San Francisco es un lugar estrictamente privado. El Rancho Skywalker, donde Lucas planea todos los desarrollos clave en el universo Star Wars, es el nirvana para un número estratosférico de fanáticos. Pero no es un parque temático, ni se permite el ingreso al público: ser admitido en su interior, cruzar esas puertas, es como ingresar al cielo del fan.
Los que pasen por allí seguramente no tendrían idea de que están tan cerca de la nave madre de Lucas, el lugar donde tienen lugar la pre y posproducción de sus trabajos. En la puerta no hay ningún cartel que indique que allí está el Skywalker Ranch, ni siquiera un número de calle. Hay que pasar un puesto de seguridad antes de manejar por un largo y sinuoso camino hasta la entrada, donde los personajes de Star Wars dan la bienvenida. Cada rincón del rancho art déco, bellamente diseñado y construido en la falda de una colina sobre un idílico lago, es un recordatorio de que Lucas es responsable de la tercera franquicia más exitosa en la historia del cine (detrás de James Bond y Harry Potter). Por allí está una figura en tamaño real de Obi Wan Kenobi sosteniendo un sable de luz, y por aquí una meticulosa ilustración que muestra a los personajes principales tocando en una banda de rock: la Princesa Leia en voz principal, Han Solo en guitarra líder, Darth Vader saludando al público con el bajo, C3PO y R2D2 haciendo sus cosas robóticas en teclados y Chewbacca pegándole a la batería. Al mediodía, el Buffet del Cazador de Recompensas, en el salón principal, sirve los “Vegetales de Yoda” (es decir, lechuga) y “Gusanos mentales de Geonosis”, deliciosas serpentinas dulces.
El rancho es una enorme empresa. Abarca 1200 hectáreas del Marin County, tiene 200 empleados, tres restaurantes, un campo de béisbol, una estación de bomberos y su propio servicio de policía. Produce vino y aceite de oliva. La visita se produce para saber más sobre la segunda temporada de Star Wars: La guerra de los clones, la serie animada que presenta las aventuras de Obi Wan Kenobi y Anakin Skywalker (quien luego se convertirá en Darth Vader), y que completa los eventos presentados en las seis películas. Pero es sólo una pequeña parte en la inmensa máquina Star Wars, una industria global que incluye productos tan diversos como juegos de computadora, libros, comics y sets de Lego. Se puede comprar un sable de luz o un cambiador de voz para que suene como la de un Stormtrooper. ¿Y qué tal un reloj Star Wars, papel de envolver, botellas deportivas, tazas y manteles? Ciertamente, la Fuerza es poderosa en el departamento de marketing. Forbes.com ha calculado el ingreso total de la franquicia Star Wars en unos 32,5 billones de dólares. Frases de las películas –“Que la Fuerza esté contigo”, “Tengo un mal presentimiento sobre esto”, “Ten cuidado con el Lado Oscuro”, “La Fuerza es poderosa en éste”– se convirtieron en uso común, y se las menciona habitualmente en otras películas, programas de TV y publicidades.
La franquicia tiene una apasionada masa de seguidores, con infinidad de sitios de fans como The Geeks of Doom y TheForce.net. Aunque hubo inevitables alzas y bajas a través de los años –algunos fans sienten que la Fuerza ha disminuido desde que se estrenó La amenaza fantasma en 1999–, Star Wars aún toca una cuerda en el pibe de 13 años que todos llevan dentro. Su duradera popularidad es una prueba de que los geeks heredarán la Tierra. ¿Por qué, treinta y dos años después del estreno de la primera película, el imperio de Lucas sigue contraatacando una y otra vez? ¿Por qué los fans siguen celebrando nuevas manifestaciones de Obi Wan y compañía? ¿Por qué siguen percibiendo la Fuerza? Por eso se impone una visita al Rancho.
El mismo Lucas estima que las ideas de las películas –y su miríada de spin offs– son eternas. “Star Wars siempre se basó en arquetipos clásicos”, reflexiona el realizador, cuyo patrimonio se ha estimado en 3,9 billones de dólares. El director, que también estuvo detrás de otra franquicia del cine enormemente exitosa como Indiana Jones, continúa: “Con las películas originales, esos arquetipos estaban presentados de tal manera que atrajeron al público de ese momento, y fui afortunado de que eso siguiera resonando por tantos años. Con La guerra de los clones, los mensajes y arquetipos son similares, pero atraen a una nueva generación”. Es cierto que, con La guerra de los clones, Lucas vuelve a tocar temas míticos. “Aunque sea una serie semanal, no la trato como televisión sino como a mis películas”, dice. “El proceso no cambia porque sea un medio diferente.”
Lucas, de 65 años, aún se mantiene en el control del día a día. “Tomamos mucha inspiración de las películas originales, pero también miramos las cosas que influyeron a esos films en primer lugar.” El cineasta ha admitido la influencia que La fortaleza escondida de Akira Kurosawa tuvo en la primera película Una nueva esperanza, pero señala otras inspiraciones. “Integramos diferentes géneros, del western a las películas de guerra y el cine japonés, y en La guerra de los clones incorporamos varias de esas estéticas.”
Además de La guerra de los clones, la organización de Lucas planea una serie de TV con actores basada en los personajes originales. Pero, ¿no existe el riesgo de llegar a una situación de muerte lenta? No de acuerdo con la gente de Lucasfilm, incluyendo al vicepresidente Howard Roffman, que trabaja con Lucas desde hace 29 años. “¿Si me preocupa quedarnos sin inspiración?”, pregunta. “No. Hay muchos lugares donde llevar a estos personajes. El número de historias que se puede contar es ilimitado. La belleza de explorar Star Wars es que podés llevar al público a lugares que nunca antes vieron. Siempre me sorprende la habilidad de la franquicia para reinventarse.” Por su parte, Dave Filoni, director supervisor de La guerra de los clones, tiene confianza en que Star Wars puede seguir y seguir. “Es una frase común aquí: Star Wars es para siempre”, asegura. “Creo que se mantiene increíblemente bien. La gente a menudo me pregunta: ‘¿No hay ya suficiente?’. Pero creo que siempre necesitaremos ese escape a una galaxia muy, muy lejana.”
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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