TELEVISION › ENTREVISTA A JON HAMM, PROTAGONISTA DE MAD MEN
A poco de cumplir 40 años y después de sentir el rechazo durante mucho tiempo, el actor que encarna a Don Draper en la exitosa serie de HBO sólo para de trabajar por decisión propia. Y dice que sus papeles en cine no van a alejarlo de la tevé.
› Por Kaleem Aftab *
Cuando Jon Hamm entra en una habitación, tiene un aura que hace fácil comprender por qué todas las secretarias se desvanecen cuando él entra en la oficina como el Don Draper de Mad Men. Se viste con elegancia, con un blazer sobre una remera, tiene un aspecto más musculoso del esperable y posee el aire de confianza que procede de ser uno de los actores más cotizados del planeta. Interpretar al misterioso hombre de marketing en la serie de televisión ambientada en los ’60 ha hecho del actor nacido en St. Louis una marca registrada en todo el mundo. Ultimamente trasladó algo de ese encanto a la pantalla grande, con su aparición en Howl, la biopic de Allen Ginsberg que llegó después de su participación en The Town, de Ben Affleck. En Howl, Hamm interpreta a Jake Ehrlichm, el abogado que en la vida real se encargó de defender a Ginsberg en el crucial juicio por obscenidad que tuvo lugar en San Francisco en 1957. Ese juicio estableció el marco para la libertad de expresión y cómo la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense se relacionaba con el trabajo artístico. El carismático abogado escribió un libro sobre el proceso llamado Howl of the Censor (“El aullido del censor”), y su vida inspiró la serie televisiva Perry Mason.
En The Town, Hamm también está del lado de los buenos, interpretando a un agente del FBI que persigue a un equipo de criminales. Ambos roles son muchísimo más honestos y limpios que su ejecutivo publicitario de los ‘60. En el aún no estrenado Sucker Punch, un film de acción fantástico definido por su director, Zack Snyder, como “Alicia en el País de las Maravillas con ametralladoras”, el actor asume un personaje conocido como High Roller, cliente de un burdel imaginario obsesionado con quitarle la virginidad a una jovencita llamada Baby Doll. “La dificultad de trabajar en una serie de televisión es que tenés que hacer el mismo personaje una y otra vez –dice el actor, que cumplirá 40 años en marzo–. Y aunque es divertido y me encanta hacer el programa, es agradable tener la oportunidad de hacer cosas diferentes. Lo que he intentado hacer en la mayor parte de mi carrera es encontrar cosas desafiantes y excitantes de diversas maneras.”
Hamm, como George Clooney antes que él, debió luchar por el reconocimiento hasta que el papel adecuado en una serie de TV lo estableció como un rompecorazones. El asegura que cuando era joven se veía diez años mayor, por lo que no podía conseguir los papeles que sí obtenían sus amigos. Uno de sus más viejos compinches es el actor Paul Rudd, a quien visitaba en Hollywood a comienzos de los ‘90 antes de hacer la movida a Los Angeles. Hamm trabajó como camarero y fue despedido por su agencia antes de que su suerte empezara a cambiar, en 2000, cuando consiguió el papel de un bombero en la serie de NBC Providence. Una de las cosas que lo ayudaron a atravesar ese período fue un sentido del humor que se cuela en los personajes que juega en pantalla. “No me definiría como un tipo gracioso –opina–. Trato de tener un punto de vista ligero. A veces el trabajo que hacemos puede ser serio, con lo que intento anular la mala onda de la gente.”
Hamm sale con la actriz Jennifer Westfeldt desde 1997. En 2001 apareció en Besando a Jessica Stein, protagonizada por su compañera; la pareja abrió la compañía productora Points West Pictures en 2009. “Estamos produciendo una película que se está rodando en Nueva York –dice el actor–. Es la tercera película que ella escribe y protagoniza después de Jessica Stein y Ira and Abby. Esta se llama Amigos con hijos, y actuamos los dos.” La película, también protagonizada por Megan Fox y Adam Scott, presenta a dos amigos que ven cómo todos sus amigos tienen hijos y deciden tener un niño juntos mientras salen con otras personas. La capacidad de trabajar juntos y llevar la carrera en sus propias manos es una bendición para la pareja, cuya cargada agenda de trabajo puede tenerla separada durante meses. El dice que se esmeran en asegurarse un buen balance entre la vida y el trabajo. “Ella trabaja en cosas, yo trabajo en cosas, pero también querés tener tiempo para vivir bien tu vida: hemos sido muy diligentes con eso, y hemos tenido suerte. Después de todo, tener tantas oportunidades en nuestras carreras es un buen problema.” En cuanto a ponerse las ropas de productor, alega: “Todo es nuevo para mí. La peor parte es que escuchás ‘no’ muy a menudo y tenés que pedirle a la gente un montón de favores. Lo mejor es que llegás a crear algo desde las etapas más tempranas”.
Luego de que los comienzos de su carrera pasaran sin mayores oportunidades, Hamm está descubriendo que la vida en el otro extremo del espectro puede ser igualmente dura. “Tenés que conseguirte tiempo; si quisiera, probablemente podría trabajar los 365 días del año, pero eso te deja exhausto. Estuve trabajando ocho meses sin parar en Mad Men, The Town y Su-cker Punch. La vida es demasiado corta: definitivamente, uno quiere vivirla bien.” El confort en el hogar es algo que definitivamente Hamm valora en la vida real tanto como su personaje Don Draper lo hace en Mad Men. “Tenemos muy buenos amigos en California, y buenos restaurantes y vinos, y está muy bien pasarla de ese modo. Y eso es lo bueno de tener familia: sabés que podés llegar a casa y tu perro está ahí, el fuego está prendido y podés olvidarte de todo.”
Los preparativos para comenzar a filmar la quinta temporada de Mad Men ya están en marcha. Hamm no piensa que esta necesariamente sea la última temporada: “Creo que seguiremos adelante mientras la historia sea interesante para contar, y no sé cuánto tiempo sucederá eso. Ya hicimos cuatro temporadas, 52 episodios, y creo que hay un montón de historias profundamente dramáticas que aún se pueden explorar. Estoy feliz de no tener que pensarlo, que sea el trabajo de otro. Pero seguiré haciéndolo mientras me necesiten”. Para mostrar su costado cómico, Hamm apareció en algunos episodios de 30 Rock, la serie creada por Tina Fey, donde interpretó a un desventurado médico. A pesar de los trabajos en cine, Hamm no descarta seguir haciendo televisión cuando Mad Men finalmente se quede sin piernas. “Dependerá del programa. Si hay un buen show, con un buen personaje, y voy a trabajar con buena gente, nunca le diría que no.”
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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