Aunque en materia televisiva la fórmula del éxito no existe, la que diseñó El Trece bajo el nombre de Solamente vos para intentar adueñarse del prime time de la pantalla chica parece acercársele demasiado al anhelo que le quita el sueño a programadores y productores. Al fin y al cabo, para su nueva comedia romántica familiar convocó para sus protagónicos a Natalia Oreiro, una de las actrices más populares y bellas de la Argentina, y a Adrián Suar, uno de los actores cómicos más convocantes del país. A la dupla protagónica le sumó un numeroso elenco que combina jóvenes y veteranos actores, bajo la idea de reunir a toda la familia frente a la ficción que se estrena mañana a las 21.30 (de lunes a jueves). A esos recursos les conjugó una trama que hace de los vínculos y los enredos el eje de una historia que, sin dejar de abordar conflictos actuales con los que la gente pueda identificarse, apela a hacer reír con dosis de grotesco y absurdo. “Busqué a Natalia para hacer un éxito”, reconoce Suar en la entrevista que da a Página/12 junto a su coequiper. “Pero por suerte en la profesión nadie tiene la sartén por el mango y nunca uno termina de saber cómo funcionan las cosas”, señala.

En clave de telecomedia, la historia de Pol-ka girará en torno de Juan Costeau (Suar), un hombre de mediana edad, casado y con cinco hijos, cuya vida entra en crisis cuando su mujer (Muriel Santa Ana) le pide un tiempo “para reencontrarse consigo misma”. Esa situación provoca que Juan también pierda su trabajo como director de orquesta de cámara, teniendo que recomenzar su existencia en un departamento prestado por un amigo (Juan Minujín) y en su nuevo rol de empleado de una empresa discográfica. En ese momento, Juan se topa con Aurora (Oreiro), la extravagante pero dulce vecina, de quien se enamorará inmediatamente. Sin saber, claro, que ella no es otra que la amante de su mejor amigo, lo que provocará una serie de enredos. Escrita por Marta Betoldi, Lily Ann Martin y Daniel Cúparo, Solamente vos estará conformada por un elenco en el que se destacan Claudia Fontán, Eugenia Suárez, Alberto Martín, Ana María Picchio, Lali Espósito y Arturo Puig, entre otros.

El regreso a la TV de Suar y Oreiro tiene sus particularidades y coincidencias. Para la actriz, Solamente vos marcará su retorno diario a la pantalla chica tras protagonizar Sos mi vida en 2006. Desde entonces, encaró su carrera haciendo pie en el cine, protagonizando películas como Miss Tacuarembó, Música en espera, Mi primera boda y la reciente Infancia clandestina, entre otras. Por su parte, Suar le vuelve a poner el cuerpo a una situación complicada para la pantalla que dirige, tal cual lo hizo en 2004 y 2005, cuando decidió protagonizar Sin código para incrementar la audiencia de una emisora que había tropezado con Los pensionados y Una familia especial. En este tiempo, el productor y director artístico se dedicó a actuar en la pantalla grande, en Igualita a mí, Un novio para mi mujer y Dos más dos, la película más taquillera de 2012.

“Necesitaba hacer otro tipo de papeles, que el cine me proporcionaba y la TV no”, cuenta Oreiro sobre su ausencia en la pantalla chica. “Sabía que cuando volviera a la TV iba a hacer comedia, porque tantas horas de trabajo para hacer un drama era sufrir demasiado. Y cuando apareció esta propuesta me encantó. El problema es que me costó mucho entrar en el ritmo televisivo. Tener la cabeza fragmentada, por el nacimiento de mi hijo, es nuevo para mí. Siempre fui pro laburo y ahora tengo parte de mi cabeza en mi familia, en otro lugar. El secreto para hacer TV es tener un equipo de gente con buena energía, y por suerte esa base la tenemos”, detalla la actriz. Suar, en tanto, vuelve a exponerse en la pantalla que dirige para revertir un 2012 complicado para sus ficciones. “Solamente vos era un proyecto que tenía armado desde 2011, que fue un gran año para el canal”, comenta el director artístico del canal. “Fiel a lo que tenía ganas de hacer, y en una situación de audiencia distinta para el canal, no dudé en volver a actuar.”

–Usted, Suar, da la sensación de que no le teme al desafío de apostar todo a ganador y perder.

Adrián Suar: –Mi propio instinto hace que, ante determinadas situaciones, me haga cargo completamente. Soy un tipo bastante arriesgado, en ese sentido. Una de mis características es ir siempre para adelante, no esconderme. No soy un loquito, me manejo con cautela, pero me gusta comprometerme.

–¿Cuál va a ser el tono de Solamente vos?

A. S.: –Tiene un humor similar al de Igualita a mí, Un novio para mi mujer o Dos más dos. Es una tira que cuenta una historia realista, pero que no por eso deja de animarse a jugar con toques de grotesco. El programa apunta a hacer reír. Cuenta la vida de una familia como tantas otras. Lo interesante es que aborda la problemática familiar de hoy en día, no la idílica. La historia se centra en una familia que se está por separar, con cinco hijos que le cuestionan al padre su acercamiento a otra mujer que no es su madre... La familia argentina se va a identificar con el programa. Tiene historias de enredos, situaciones del corazón, una historia de amor muy potente... Tiene todos los ingredientes. De las cosas que a lo mejor yo ya he hecho. Sos mi vida lo tenía, El sodero de mi vida, Gasoleros también...

Natalia Oreiro: –Es una comedia romántica que tiene mucha verdad, para que se sostengan las relaciones con el paso del tiempo. Nuestra intención es entretener y sacarle una sonrisa a la gente. A mí me gusta hacer reír, servir como bálsamo. Pero también es importante que el personaje sea verdadero para que cuando sufra la gente le crea, se pueda identificar. Mi personaje es amante, se enamora de un amor imposible, quiere formar una familia y no puede, repite su historia familiar, el padre la vive... Por eso es importante darle verdad a los personajes, para que el público se identifique. Además, no es lo habitual que una heroína cumpla el rol de amante, siempre destinado a la “malvada”. No es para nada pretenciosa, es muy blanca.

–¿Hacer una telecomedia con estas características fue producto del programa que ustedes querían hacer, o de un contexto televisivo que el último año se mostró propicio para este tipo de historias?

A. S.: –El programa siempre fue pensado para mi medida y para la de Natalia. Lo acomodé a nuestra naturaleza. No porque no lo pueda hacer otro actor, pero sé que en este tipo de registro de comedia me siento cómodo, que puedo entregar algo para hacer reír a la gente. El humor familiar con toques de absurdo es mi mejor registro y me gusta hacerlo. Y el público en el cine me acompañó. Nunca esperé ser un actor popular en el cine. Fue una sorpresa, un regalo de la profesión. Por mi carrera como productor no esperaba tanta repercusión en el cine. Pensé que el productor iba a comerse al actor. ¡Me da seguridad que puedo actuar 20 años más! (risas).

N. O.: –Soy fanática de Peter Capussotto y sus videos, también me gustaba Cha Cha Cha. Solamente vos tiene momentos delirantes. Nos permitimos ese juego. Pero por eso es importante que la línea argumental principal sea sincera, para que uno pueda ir y volver. Si no, te quedás en la morisqueta. El televidente no puede ver los hilos. Si todo el tiempo estás pasado, no podés volver. Hacen falta ciclos de humor. A mí no me gusta el humor que coloca a la mujer como si fuera un objeto. Lamentablemente, la mayoría de los ciclos de humor están hechos por hombres, que suelen hacer chistes fáciles de tinte sexual. Tampoco me causa gracia cuando se ríen de la dificultad del otro.

A. S.: –Ya Los únicos en 2011 fue una comedia blanca, con cosas desopilantes, que había funcionado muy bien. Me hablan como si yo viniera de hacer todos dramas. Como programador y productor siento que algo se va a venir. No soy tan sabio como para anticiparme a los cambios, pero intuyo que la telecomedia va a tener un gran desarrollo en los próximos años. Los humores sociales influyen en los contenidos televisivos. Un buen programador tiene que estar atento al clima social.

–En este intenso contexto social, ¿creen que la comedia puede funcionar como un bálsamo?

A. S.: –Puede ser. Lo voy a saber con certeza en dos semanas. Mi intuición me dice que sí. La comedia cumple históricamente el papel de bálsamo social. En los momentos de conflictividad, la gente no prende la tele buscando dramas, sino programas que los saquen por un tiempo de sus problemas. Ojo: nadie tiene la fórmula del éxito.

N. O.: –Vivimos momentos de tanta agresión y confrontación que esta comedia es un bálsamo. La ficción te permite olvidarte de la realidad mediatizada y soñar con otra posibilidad de vida. Tengo la teoría de que cuando los adultos nos sentimos perdidos o agobiados solemos estructurarnos mucho más: nos ponemos más calculadores. Y creo que lo mejor que nos puede pasar es que en esos momentos que estamos a la deriva nos encontremos con el niño interior, con lo que verdaderamente somos, con nuestra esencia. Y más allá del trabajo que hago, yo trato de nunca olvidarme de jugar. Siento que cuanto más improviso, más fresco se ve el personaje. Y eso para la comedia es vital. En cambio, cuando estoy demasiado atada al método, se me ve más tensa. Obviamente, el aspecto lúdico sólo me lo permito en la comedia. La improvisación es un juego actoral maravilloso. Y la pareja que hacemos con Adrián es muy tierna, al punto que cuando los personajes se encuentran es el único momento en el que pueden dejar atrás sus problemas.

–La mirada desde afuera es que, por sus trayectorias y experiencias en la comedia, Solamente vos no podría funcionar mal en términos de audiencia. ¿Coinciden?

A. S.: –No voy a mentir ni ser cínico: me junté con Natalia para hacer un éxito. Pero por suerte en la profesión nadie tiene la sartén por el mango y nunca uno termina de saber cómo funcionan las cosas. Uno cree que juntando a dos jugadores importantes la va a romper y después resulta que no hacen ni un gol. Eso pasa en todas las profesiones. La clave no es sólo juntar a dos actores, sino dar en la nota de lo que el público espera de ellos, en ese momento. La TV es más compleja de lo que se cree: depende de lo artístico, de lo social, de la competencia.

N. O.: –No soy una persona miedosa, pero soy cautelosa. Para mí nunca es suficiente todo lo que puedo dar. Siempre siento que puedo mejorar. Si no me gusta la escena, interno al director o Adrián para rehacerla. Hoy la gente elige programas. Es muy importante la historia que les contás. Hay mucha competencia. Nadie la tiene atada. Es muy difícil no ponerle expectativas a los proyectos. El problema es que si la expectativa es muy grande, la frustración también lo es. Lo que me da la tranquilidad es que Adrián, al ser el gerente del canal y tener a su productora detrás, tiene una mayor responsabilidad...

–¿Es así, Suar?

A. S.: –Ah... Si Natalia dice eso es porque está aterrada (risas). Puede ser. A mí me gusta quitarles presión a los actores. Lo hago desde hace 18 años. Mi rol como productor y programador es vivir para quitarles presión a los actores y actrices. Trato de hacerlo siempre. Con algunos más, con otros menos, pero es un papel que siempre hago para que el talento fluya. La clave es disfrutar lo que uno hace. Y en la comedia mucho más. Antes de arrancar, gane o pierda, creo que Solamente vos es lo mejor que hice. Como productor y como actor.

–¿Esa sensación de estar haciéndolo mejor le da seguridad o inseguridad?

A. S.: –Seguridad. Yo no me quejo cuando pierdo. Me pongo mal cuando juego mal.

–¿Y reconoce que ha jugado mal muchas veces?

A. S.: –Muchas veces jugué mal. Y muchas otras, creo que más, lo hice bien. A mí me gusta ganar, pero no a cualquier costo. Por lo menos en la ficción, me gusta el juego bonito. No soy de los que pagan cualquier precio para tener más rating.