TELEVISION › LOS SIETE LOCOS Y LOS LANZALLAMAS, POR CANAL 7
Hoy comienza la serie de treinta episodios que adapta las dos novelas del autor de El juguete rabioso, dirigida por Fernando Spiner y Ana Piterbarg. La traslación de la prosa arltiana a guión televisivo estuvo a cargo de un equipo liderado por Ricardo Piglia.
› Por Emanuel Respighi
El atribulado Remo Augusto Erdosain, el protagonista de Los siete locos y Los lanzallamas, tal vez sea uno de los personajes más ricos de la literatura argentina. La angustia de ese hombre subyugado por su propia existencia sería imposible de transmitir en plenitud sin la prosa imaginativa, única, de Roberto Arlt, ese cronista mágico de la sociedad argentina de principios del siglo XX, pero cuya mirada –anticipatoria, callejera– carece de fecha de vencimiento. Cronista sin tiempo, Arlt es pasado, presente y probablemente futuro. Y desde hoy, el escritor argentino fallecido en 1942 será también parte de la pantalla chica, cuando desde las 22.30 se emita en la TV Pública el primer capítulo de Los siete locos y Los lanzallamas, la primera adaptación televisiva de estos dos clásicos de la literatura argentina. De martes a viernes a las 22.30, Los siete locos y Los lanzallamas recrearán en imágenes el particular y enigmático universo arltiano, cuyo díptico Página/12 entrega gratis junto al diario desde mañana, en fascículos semanales.
La traslación de la prosa de Arlt al registro televisivo se presenta tan compleja como atractiva. Un enorme desafío que la TV Pública no sólo asumió sino que, además, le dedicó el equipo y el tiempo necesarios para poder estar a la altura. Coproducción de Canal 7, la Biblioteca Nacional y Nombre Productora, la novela cuenta con la adaptación de Ricardo Piglia, el escritor y crítico literario que analizó y revisó la obra del autor de El juguete rabioso una y otra vez a lo largo de su carrera. La enrevesada tarea de trasposición, que demandó casi un año de trabajo, contó con Piglia como máxima figura de un equipo compuesto por el historiador Javier Trímboli, la ensayista María Pía López, el guionista Leonel D’Agostino, y Alejandro Montalbán y Gabriel Reches, los productores generales de la serie de 30 episodios de duración. La titánica tarea de imprimirle audio e imágenes, en formato de capítulos, a la obra literaria, corrió por cuenta de Fernando Spiner (La sonámbula, Adiós, querida luna, Aballay, el hombre sin miedo) y Ana Piterbarg (Todos tenemos un plan).
“Recuerdo con nostalgia y alegría las reuniones que celebramos durante meses para discutir la adaptación de la novela”, reconoció Piglia, durante la presentación de la ficción, mediante una carta que envió especialmente ante la imposibilidad de asistir. “Lo más extraordinario fue, para nosotros, la posibilidad de ser fieles a la duración de la historia. Una serie de treinta capítulos nos daba la oportunidad de desplegar a fondo las múltiples intrigas que están presentes en la trama del libro. En ese sentido, la televisión se adapta a las necesidades de la literatura, y nuestro desafío era registrar en otro nivel la complejidad emocional de la prosa de Roberto Arlt. Estoy orgulloso de haber participado en un proyecto que muestra la madurez y la potencialidad de nuestra mejor televisión”, escribió el escritor y adaptador, que ya había estado al frente de Borges por Piglia en la TV Pública, en formato de master class.
Con la idea de respetar y conservar el espíritu arltiano presente en las novelas, la versión televisiva y episódica se mantuvo lo más fiel posible a la obra literaria. La decisión de adaptar el lenguaje televisivo a la literatura, y no al revés, fue una de las premisas irrenunciables de la trasposición que hoy desembarca en la pantalla. La mayor transformación que sufrió el texto fue que el personaje del Comentador asume en la versión televisiva un protagonismo mayor, ya que es a través del periodista de policiales que avanza la trama. A su vez, el complot del Astrólogo alcanza una mayor profundidad, principalmente en el accionar de los anarquistas y radicales a fines de la década del ’20 y principios de los años ’30.
La vasta galería de personajes que forma parte de Los siete locos está interpretada por un numeroso elenco. El papel de Erdosain recae en Diego Velázquez (Farsantes), mientras que Carlos Belloso hace del Astrólogo; Daniel Fanego, del Rufián Melancólico; Daniel Hendler, del Comentador; Belén Blanco, de Elsa; Julieta Zylberberg, de Hipólita; Fabio Alberti, de Ergueta; Pablo Cedrón, de Barsut; Marcelo Subiotto, de Bromberg; Pompeyo Audivert, del Buscador de oro; Claudio Rissi, del Mayor; Martín Slipak, del Abogado; Moro Anghileri, de Aurora; y Luis Ziembrowski, de Secretario de Redacción. Como un guiño a la historia, Leonor Manso se pone en la piel de la abuela de Bizca, el mismo papel que interpretó en la versión cinematográfica de Los siete locos que Leopoldo Torre Nilsson llevó a la pantalla grande en 1973.
A la complejidad del traslado del mundo policial y de extraña locura escrito por Arlt, a la imagen se le sumó la cuestión estética. La versión televisiva mantiene a la década del ’30 como tiempo en el cual transcurre la historia, por lo que la ficción presentará un trabajo de la imagen cargado de texturas propias de la época, jugando con los claroscuros y cierta tonalidad sepia que se imprimirá en la pantalla a lo largo de la ficción. En efecto, la obsesión por el anclaje en el espíritu de entonces condujo a que la ficción se valiera de imágenes documentales de calles y paisajes porteños, que se colarán en la pantalla en ventanas y separadores, mediante un cuidadoso trabajo de montaje y edición. Los siete locos y Los lanzallamas arribará a la pantalla chica con la titánica tarea de estar a la altura narrativa y estética de una obra que atraviesa a la cultura argentina.
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