Marc Cherry dice que crear y producir una serie como Amas de casa desesperadas sólo era cuestión de tiempo. Que la idea de hacer un ciclo que indagase en el particular mundo de las mujeres que pasaron largamente los treinta años estuvo presente desde antes de convertirse en productor de TV. “Es que yo tenía a una mamá... ehhh... cómo decirlo”, dice, y trata de encontrar las palabras justas. “Mi mamá es la gran inspiradora del perfeccionista y estructurado personaje de Bree, por eso es mi personaje favorito y con el que más me divierto al escribir los guiones”, confiesa, casi como un desahogo, el alma mater de la serie ganadora del Globo de Oro en su primera temporada y de la que Canal 13 acaba de terminar de emitir la versión argentina (ver aparte). Página/12 conversó telefónicamente con el ideólogo del dramedy que esta semana comenzó su tercera temporada en la pantalla de Sony, los miércoles a las 23.

Productor de series menores como The Golden Girls, The Golden Palace y The Crew, entre otras, Cherry alcanzó la gloria con Amas de casa..., la serie que describe con cierta picardía, cinismo y humor negro la cotidianidad de Susan, Lynette, Bree y Gabrielle. En esta temporada, los contratiempos vuelven a rodar para las peculiares residentes de Wisteria Lane, con nuevos conflictos, personajes y, por supuesto, mucha más basura debajo de los felpudos. Una temporada en que Cherry aspira a retomar el rumbo perdido en el segundo año. “La primera temporada de Amas... fue un fenómeno tan grande, que en el segundo año aún estaba sorprendido”, admite el productor, con honestidad brutal para la media televisiva. “Recién ahora, tanto yo como el equipo nos dimos cuenta de qué es lo que quiere la gente y qué es lo que queremos nosotros, hacia dónde queremos ir. Estamos mucho más organizados y planificamos la serie con mayor tranquilidad. La segunda temporada nos agarró por sorpresa”, subraya.

–¿Cree que la fama repentina que alcanzaron las protagonistas pudo haber afectado, también, el nivel de la segunda temporada?

–No. En realidad, lo que pasó fue que después del éxito tan grande, ABC nos pidió que escribiéramos más capítulos y lo hicimos más improvisadamente, por lo que probablemente perdimos el control ante la exigencia. Ahora contraté a más escritores y tenemos claro el mapa de las historias y los personajes. Incluso tenemos un capítulo menos que el año pasado. Creo que la solidez de los guiones de esta temporada nos va a permitir retomar el buen camino.

–Sin embargo, debieron lidiar con el embarazo de Marcia Cross. ¿Cómo afectó este hecho a la historia planeada previamente?

–Fui una de las primeras personas a las que Marcia le contó que estaba embarazada. Lo que decidimos fue darle mucho trabajo durante el principio de la serie, cuando la panza no se notaba mucho, y después darle un descanso. Pero el problema fue que tuvo que hacer reposo absoluto en su casa, lo que hizo reescribir el guión e, incluso, grabar escenas en el dormitorio de su propia casa.

–¿Cuál será el eje principal de esta tercera temporada, el misterio a develar en Wisteria Lane?

–Yo trato siempre de que la serie sea lo más atractiva posible. No puedo adelantar mucho, sólo que viene algún misterio por el lado de Orson, la pareja de Bree, con relación a que su anterior esposa había desaparecido misteriosamente. Esa desaparición causará revuelo e involucrará a todas las mujeres de la cuadra.

–¿Cómo logró que el ciclo, aun con toques de absurdo, no parezca una caricatura de “cuarentonas”?

–Ahí está lo bueno del guión. El elenco está conformado por mujeres de cierta edad, a excepción de Eva Longoria, que tiene 31 años. Pero en ningún momento fue un tema que tuvimos que ocultar, porque la serie habla sobre mujeres de esa edad y cuenta situaciones que pasan a menudo. A mí me parece que las mujeres de 40 son muy interesantes, en todo sentido: combinan la experiencia de las décadas vividas con la juventud de la madurez. Amas... no oculta ni camufla los cuarenta, los muestra como son.

–En la Argentina, Pol-ka y Buena Vista International Latin America realizaron una adaptación. ¿La vio?

–Nunca me dieron una copia de la versión argentina, ¿lo puede creer?

–¿Pero nunca tuvo la inquietud de ver otras versiones?

–Me siento halagado y curioso por saber cómo se traduce la obra en el resto del mundo. Me encantó que en una versión el padre de Bree es militar, como forma de explicar por qué ella es cómo es y acentuar su carácter. Me pareció muy interesante ese recurso. Creo que las versiones mejoran, en general, a la original.

–¿De verdad? ¿No le preocupa nada de las versiones del resto del mundo?

–No me preocupan porque los guionistas no tenemos el control sobre los programas que hacemos. Sólo puedo desearles suerte a todas las versiones que se hagan, y que quienes las realicen puedan dar un matiz más cercano y sincero a sus raíces y costumbres.

–¿Por qué cree que la serie, que describe un particular mundo de mujeres acomodadas, tiene tanto interés en todo el mundo?

–Es simple: mujeres amas de casa desesperadas y tristes hay en todo el mundo. Pese a lo que se cree, la vida de las amas de casa no es fácil. Cuando escribo, trato de buscar temas universales, en los cuales el público se pueda identificar, como el divorcio, tratar de criar a los hijos de la mejor forma, conseguir una pareja... Son situaciones comunes que no conocen de fronteras, ocurren en todo el mundo.