TELEVISION › CHRISTOPHER CROMETT
El directivo de CNN en Español afirma que el rechazo a la cadena es “un desplazamiento del sentir anti-Bush”.
› Por Emanuel Respighi
No deja de causar extrañeza, pero tampoco genera asombro: la relación de CNN, la cadena estadounidense de noticias, con los televidentes de América latina se desarrolla bajo los mismos lineamientos que los que en términos políticos la región posee con el país gobernado por George W. Bush. De hecho, durante la fascinación que, para los latinoamericanos, causaba la irrupción del cable en los ’90, la cadena se mantenía en el imaginario social como una fuente “confiable” de información. Sin embargo, hoy, a diez años de la creación de CNN en Español, la señal informativa perdió credibilidad casi al mismo tiempo en que la imagen de Bush se desplomaba ante cada paso dado en su política exterior. Es que la cadena informativa de Ted Turner está, seguramente como ninguna otra empresa de origen norteamericano, asociada directamente al sentir y pensar estadounidense. “Eso es, en realidad, una percepción meramente psicológica”, se defiende Christopher Cromett, vicepresidente senior de CNN en Español.
Con motivo de la celebración de los diez años de vida del canal, el próximo 17 de marzo, Página/12 acordó una entrevista con el supervisor de la línea editorial de la polémica cadena informativa para hablar abiertamente sobre el lugar en el que se ubica CNN en Español en el mapa político y periodístico mundial. Un panorama que ya no es el mismo tras los atentados ocurridos en Estados Unidos y España, y luego de la llegada a la región de cadenas como TeleSur y Al Jazeera. “Nosotros somos conscientes de que la óptica puede afectar el tratamiento de las noticias”, admite Cromett. “En tal sentido, en este último tiempo les hemos dado una participación muy activa a nuestros corresponsales latinoamericanos. Si bien tenemos un tratamiento muy coloquial de las noticias, en CNN en Español nos sentamos a escuchar y a analizar lo que los corresponsales nos comentan sobre lo que es importante y de interés para los latinoamericanos. Queremos que dejen de vernos como un medio foráneo para que se nos perciba y reconozca como parte del terreno periodístico local”, confiesa el ejecutivo.
–Pero la percepción de que CNN en Español representa los intereses de las potencias y no latinoamericanos está muy arraigada.
–Yo soy puertorriqueño. En toda la región hay una actitud muy ambivalente con respecto a Estados Unidos. Sabemos que cuando hay un evento que logra una gran polarización de posturas, como la guerra de Irak a nivel internacional, o las crisis internas de Venezuela o México, la gente busca encontrar un pararrayos a quien acudir. Y siempre es más fácil criticar a un medio como la CNN, con sede en Estados Unidos, que a otro. Si se busca un canal para criticar y desencadenar su ira, CNN es el ideal, por la identificación que existe con Estados Unidos y por la ubicación de nuestra sede. Como la gente no puede canalizar su furia contra Bush, el público se la agarra contra CNN.
–¿O sea que, para usted, el disconformismo con CNN se debe a una confusión del público que toma al medio como si fuera el mensaje? ¿No puede tratarse de un sentimiento basado en la percepción informativa que destila CNN?
–Lo que ocurre con CNN es un fenómeno psicológico de corte social. Es el fenómeno de culpar al mensajero. Nosotros nos preguntamos constantemente si ese rechazo permanente de alguna gente respecto de la CNN es contra Estados Unidos o contra algún error periodístico o falta de equidad en nuestra cobertura. Lo debatimos y llegamos a la conclusión de que responde más a un desplazamiento del sentir anti-Bush a la pantalla. De hecho, en CNN en Español hay muchos latinoamericanos que siguen teniendo su corazón en sus países natales, por lo que sería incongruente que tengan una visión sesgada de la realidad. Que residan en Estados Unidos es casi un dato anecdótico.
–Sin embargo, hace poco, Lucía Newman, ex corresponsal de CNN y actual de Al Jazeera International, dijo en estas páginas que uno de los motivos por los que abandonó la cadena era la escasa relevancia que América latina tenía para CNN.
–Voy a dar dos respuestas a esa crítica. En términos comerciales, debo decir que la tercera parte de los ingresos internacionales del grupo Turner provienen de América latina, por lo que es una región sumamente importante para la compañía en términos de audiencia y comerciales. Incluso la compra de siete canales de Claxson por parte del grupo es una clara demostración de la apuesta que Turner hace en la región. En segundo lugar, no existe ninguna otra empresa internacional que tenga una cadena de noticias las 24 en idioma en español en América latina. ¿Cómo no nos va a interesar la región, entonces?
–Pero hubo hechos relevantes que llamativamente no fueron cubiertos por CNN. Newman contaba que ni las elecciones presidenciales de Chile ni la asunción de Michelle Bachelet, por ejemplo, fueron cubiertas por un corresponsal de la cadena.
–Nosotros le damos una cobertura política amplísima a la región. De hecho, lanzamos en Chile un foro preeleccionario y la primera entrevista extensa que Bachelet otorgó a un medio internacional fue a nosotros. Informativamente, si se compara lo que CNN en Español pone al aire con otras empresas, ninguna otra pantalla le otorga tanto espacio a América latina.
–TeleSur y Al Jazeera International les dedican más espacio a los acontecimientos locales, y a través de una óptica más amplia, que no posee la presión de tener detrás ninguna potencia mundial.
–Aunque puede sonar arrogante, nosotros fuimos los precursores de que ahora haya tanto interés por la región. El éxito de CNN no pasó inadvertido a otras compañías que, por razones económicas o políticas, entienden que tienen que estar presentes aquí.
–O desembarcan en la región porque ven que con CNN en Español existe un vacío informativo plural...
–Tener competencia, en general, es positivo. Lo mantiene a uno más alerta. Cuando se nos hace algún planteo, nosotros lo examinamos. Hubo planteamientos acerca de que nuestra óptica informativa no tenía anclaje local y hemos reformulado internamente nuestro tratamiento.
–Sin embargo, parecería que siempre la prioridad de las noticias en la cadena la tienen los acontecimientos que, de alguna manera, se relacionan o tienen algún grado de incidencia en el gobierno o el poder económico estadounidense.
–No hay ninguna fórmula a seguir en CNN. Hay situaciones en las que los acontecimientos dominan la noticia, a veces durante semanas, a veces durante meses. Cuando la gente piensa en CNN, piensa en las breaking news, en las noticias al momento en que ocurren. En ese contexto, nuestro paraguas informativo es muy amplio, porque damos cuenta de lo que ocurre en Irak, hasta de la crisis entre la Argentina y Uruguay por las papeleras.
–Pero nunca una noticia como la guerra de Irak ocupó tanto espacio como el que le otorga CNN. Las reuniones que cada tanto tienen los dueños de los medios y algún representante del gobierno estadounidense generan sospechas...
–Las reuniones de ese tipo obedecen, en general, a la coordinación de nuestros corresponsales en la línea de fuego de algún conflicto bélico. Son reuniones en las que se tratan temas logísticos, no editoriales. Mientras fuera de Estados Unidos se critica a la CNN por reflejar el gobierno de Bush, dentro del país se levantan las voces sobre que se trata de un canal “anti-gobierno”, “anti-Estados Unidos”, “anti-patriótico”. Esta doble recepción nos da la pauta de nuestra imparcialidad informativa.
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