TELEVISION › KELLY CARLSON HABLA DE “NIP/TUCK”
La serie de Fox empieza hoy su cuarta temporada. La bellísima actriz dice que “Nip/Tuck” es más que un cóctel sexual.
› Por Roque Casciero
El humor sarcástico, el drama y las imágenes descarnadas de Nip/Tuck no son para todos los gustos, pero la serie acerca de dos cirujanos plásticos de Los Angeles atrae a un buen número de televidentes con su cóctel de sexo, telenovela bizarra, siliconas al natural y bisturíes ensangrentados. La cuarta temporada de Nip/Tuck comienza hoy a las 22 por Fox, con una narración que vuelve a sus raíces y se aleja del clima de thriller que había adoptado el año pasado, cuando un misterioso maniático llamado El Carver les cortaba a sus víctimas una sonrisa más grande en la cara. “Nip/Tuck tiene historias principales y otras subhistorias, que definitivamente se pusieron raras durante la temporada pasada”, concedió ante Página/12 la actriz Kelly Carlson, quien en la serie interpreta a Kimber, una ex modelo convertida en pornógrafa y amante de uno de los cirujanos. “Las cosas se salieron un poco de rumbo con El Carver. Creo que mucha gente estará de acuerdo en que no encajaba del todo en la serie. Pero en esta temporada hay mucho más humor, actores nuevos, celebridades... Todavía sigue siendo un programa raro, pero es más irónico.”
En la nueva temporada, el foco estará más concentrado en la relación entre los cirujanos Christian Troy (Julian McMahon) y Sean McNamara (Dylan Walsh), quienes se ven ante la disyuntiva de vender su clínica tras haber llegado a su operación número cinco mil. Y Kimber, que fue víctima del Carver, reaparecerá decidida a alejarse del perverso doctor Troy y a acercarse a la religión. Por supuesto que al estilo Hollywood, con la cientología que hizo famosa Tom Cruise. “Nip/Tuck tiene éxito porque se la puede ver en dos niveles: como entretenimiento voyeurista, pero también de modo intelectual”, explica Carlson, quien a menudo aparece en las listas de las personas más bellas del mundo. “Eso hace que sea un programa bien redondeado. Es uno de los pocos programas que es chocante y controvertido, pero que tiene un trasfondo intelectual. Las moralejas de las historias tienen sentido: ninguno de los personajes salen bien parados de su mal proceder. Siempre hay repercusiones, lecciones que aprender.”
–¿Su personaje juega un rol más importante para el costado voyeurístico o para el intelectual del programa?
–Diría que Kimber juega más en el costado voyeurístico, pero para mí ella es la metáfora del programa. Nip/Tuck es belleza por fuera y fealdad en el interior, igual que Kimber. Pero el personaje le aporta un poco de humor al programa. Y además, como tiene un carácter tan volátil, también agrega controversia.
–¿Cómo respondería a la frase con la que se presenta Christian Troy ante sus pacientes: “Decime qué es lo que no te gusta de vos”?
–(Risas.) No sé, me gustan muchas cosas sobre mí misma. Si tuviera que elegir un atributo físico, no sé, me gustaría que mi vida fuera más larga.
–El modelo de belleza para Kimber es tener tetas grandes, cabello rubio y un cuerpo con determinadas características. ¿Usted piensa lo mismo?
–No. Si estoy frente a diez mujeres hermosas pero no tienen buena energía ni son buena gente, no me parecen atractivas. No sé si Kimber y Christian pensarían de ese modo. Para mí, la belleza es más de un atributo, y no es cuestión de vida o muerte, como para Kimber.
–¿No le preocupa quedar para siempre dentro de la tipología de personajes como Kimber? Modelos, reinas de belleza...
–No. Y no lo pienso porque en el mismo instante en el que empezás a creerlo, sucede. Acabo de hacer una película llamada The marine, que es de acción, en la que interpreto a una mujer muy ruda. Eso va a balancear mi imagen en este negocio y trataré de seguir haciendo esos roles. No tengo problemas en hacer papeles del tipo de Kimber, pero también quiero hacer papeles más físicos.
–Su personaje va a mostrar un costado más espiritual durante esta temporada. ¿Piensa que la gente va a creerle?
–Sí. Cuando la lastimaron en la tercera temporada, eso supuso un cambio de vida. Kimber siempre necesita una seguridad falsa, así que es muy típico de ella meterse en una religión. Nunca puede pararse sobre sus dos pies, siempre necesita algo en qué apoyarse. Además, con lo que está sucediendo en este momento con la cientología, a ella le encaja perfectamente. También creo que eso le va a dar algo de humor al programa. Y, otra vez, van a ver que cuando alguien se mete demasiado con algo, termina siendo negativo. Todo es bueno hasta que es demasiado, entonces se convierte en malo. Eso siempre le pasa a Kimber y van a descubrir que también le sucede con esto.
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