Cuando hoy a las 22.15 Canal 13 estrene el primer capítulo de Socias, no sólo pondrá al aire el nuevo unitario protagonizado por Mercedes Morán, Nancy Dupláa y Andrea Pietra. El programa marcará además el comienzo de una nueva etapa en Pol-ka, la productora de Adrián Suar y Fernando Blanco, con el debut de nuevo equipo de autores y directores. Es que el hecho de que los libros de Socias hayan sido escritos por Marta Betoldi y Silvina Frejdkes y que la dirección recaiga en manos de Pablo Fischerman (Señoras y señores), no es casual: se trata de la búsqueda de la productora de otros caminos. “Creo que va a aportar un cambio en la línea estilística de la productora, que tiene una manera y una imagen que resultó exitosa. En Socias Pol-ka toma un riesgo, y me parece muy saludable”, explica Morán.

Con la premisa de que la renovación detrás de cámara haga lo propio con el sello visual y narrativo, Socias aportará a la comedia en formato unitario que en los últimos años encontró su lugar en la pantalla chica, en detrimento de los dramas, género por excelencia del formato semanal. Contará la vida de tres mujeres que son socias de un estudio jurídico y que además de resolver casos judiciales que las ponen a prueba deben lidiar con sus problemas cotidianos. En cada emisión se presentará un caso judicial que en ocasiones actuará como marco y, en otras, como espejo de los conflictos de los personajes centrales.

“Es una comedia sobre tres mujeres que trabajan de abogadas, pero no es un programa de abogadas en las que se cuela su vida: la lupa pequeña está puesta en sus vidas”, detalla Morán. “Lo que me resultó muy atractivo de los libros es que pinta muy bien esta cosa que tenemos las mujeres de no poder separar el trabajo de nuestra vida familiar, de no poder ubicarlos en compartimentos estancos. A veces a favor, a veces en contra, esta mixtura entre los dos mundos resulta un aspecto muy interesante del programa”, cuenta la actriz, que en Socias interpreta a Inés Asturia, madre de una adolescente que juega a ser una suerte de mediadora en el bufete jurídico, entre la temperamental Dolores Mollet (Dupláa) y la extrovertida Mía Pontevedra (Pietra).

–¿Qué lugar ocupa cada caso y cuál la vida personal de estas tres mujeres en la trama?

–Cada caso judicial que van resolviendo es un detonante o un espejo de algo que les sucede; lo vuelven personal. No se trata de tres abogadas exitosas, heroínas, que persiguen la justicia y tienen ideales grandilocuentes. Socias se aleja de lo pedagógico y lo solemne: cuenta las historias de tres mujeres llenas de problemas, que les puede jugar a favor o en contra, pero que no son brillantes en su profesión. Son tres abogadas, como hay tantas, que ganan algunos casos, pierden otros, se equivocan algo y que corren todo el día como lo hago yo: haciendo trámites, yendo del colegio de mi hija a la grabación, de la grabación a la casa de mis viejos y de allí a casa.

–¿Pero, aun en clave de comedia, Socias llega a abordar casos judiciales de resonancia actual y universal?

–Cada capítulo está cruzado por un caso. Hay uno en el que se analiza, por ejemplo, un caso de aborto, que si bien se lo trata no se baja línea alguna. Ese capítulo, por ejemplo, a mi personaje le toca de cerca porque tiene una hija adolescente que está atravesando el despertar sexual y que la conecta con su pasado, ya que alguna vez se hizo un aborto. Se tocan los temas y se deja en claro cuáles son los valores de estas mujeres, la ideología que tienen y sus dudas. Los temas judiciales se tratan, pero sin traicionar el concepto de pintar caracteres reales ni caer en largos alegatos o juicios. No es un ciclo sobre la Justicia ni sobre la abogacía.

–El hecho de que haya tres personajes protagónicos femeninos hace pensar que se trata de un ciclo “para mujeres”. ¿Es así?

–Socias se corre de los estereotipos. Si bien los tres personajes tienen caracteres paradigmáticos y van a crear identificación –propio o de alguien conocido–, el programa no avanza sobre mundos ideales ni mucho menos idealizados. No es Disney. El riesgo más grande de Socias era caer en la solemnidad o en la bajada de línea, sea desde lo moral o desde la militancia, conceptos o recursos que a mí personalmente como espectadora me resultan antipáticos. Cuando una obra se pone muy solemne o pretende bajar una línea, a mí me provoca rechazo, me alejan de la obra o del programa. Socias es un programa unisex, en el que probablemente las mujeres se sentirán identificadas y a los hombres le servirá para espiar cual voyeurs el mundo femenino.

–El mundo femenino también era protagonista en Amas de casa desesperadas, donde usted actuó, y no fue un programa muy recordado.

–No le fue tan mal en rating, pero sí es cierto que a la gente le costó engancharse. No es que la segunda temporada de Amas de casa de-sesperadas no se hizo por el bajo rating, sino porque el proyecto era hacer una primera temporada con el que Pol-ka debía demostrarle a Disney que era capaz de producir un producto de ese valor. De hecho, se siguen haciendo segundas temporadas para otros países desde Argentina y ahora Pol-ka es el socio líder de Disney en América latina. Pero es cierto que Socias es un programa de personajes y situaciones más real.