8-Héroes del infierno

de Don Siegel. Con S. McQueen, J. Coburn y B. Darin.

1962, 90 min. AVH, Colecc. Cine de guerra.

“El infierno es para los héroes” es la traducción literal del título, paradoja que condensa las que la película plantea. El personaje de Steve McQueen, que aparece recién a la media hora, convierte en tragedia lo que hasta entonces era una comedia de guerra. Dueño de una fiereza y oscuridad nunca vistas en él antes o después, McQueen es un soldado al que, en medio de la Segunda Guerra, transfieren de escuadrón por indisciplina. No se sabe muy bien qué es lo que hizo, pero pronto se descubrirá que: 1) es un soldado perfecto y 2) está totalmente loco. Si se suma 1 + 2 se apreciará la audacia de esta película dirigida por el gran Don Siegel, que para fomentar la ambigüedad no deja de observar al personaje como a un héroe. Lo mismo haría unos años más tarde, en Harry el Sucio.

6-El asesino

de Philip Atwell. Con Jet Li, Jason Statham y John Lone.

2007, 103 min. SBP.

El enfrentamiento entre dos estrellas del cine de acción sostiene esta película de un par de años atrás, cuyo título original es War y que no había llegado a cines en Argentina. Si el título no podría ser más simple, la premisa dramática lo es: en San Francisco, la yakuza japonesa está en pie de guerra contra las tríadas chinas, y el FBI tiene que frenarlos. El líder de los gangsters chinos es John Lone, que alguna vez fuera el último emperador de Bertolucci. El de la yakuza, Ryo Ishibashi, protagonista de Audition, de Miike Takashi. Jet Li es el más frío asesino a sueldo de los chinos, y Jason Statham, el pétreo agente federal que se le enfrenta. Podría haber dado para una intrincada intriga política, al estilo de Election, pero ésta es simplemente una de acción, tan correcta como rutinaria.

7-Showgirls

de Paul Verhoeven. Con Elizabeth Berkley, Kyle MacLachlan y Gina Gershon.

1995, 131 min. Emerald.

El holandés Paul Verhoeven siempre fue el más trash de los cineastas “normales”, y Showgirls, que acaba de editarse en DVD, es la más trash de sus películas. Como Black Book unos años después, Showgirls narra el irresistible ascenso de una heroína amoral, por la cual el realizador siente la mayor simpatía. La diferencia es que en lugar de tener como marco la resistencia holandesa contra el nazismo, aquí se trata de stripteasers de Las Vegas. Ambiente que le da vía libre al realizador de El vengador del futuro para desatar una verdadera orgía feísta, aún más chocante que los asquerosos monstruos de Invasión, su película siguiente. A la hora del lap dance, Verhoeven procede como sus heroínas, que cuando se desnudan parecen decirles a sus babosos fans: “A ver qué hacés con esta cosita”.

6-Llamada mortal

de Ahn Byeong-ki. Con Ha Ji-won y Kim Yu-mi.

2002, 104 min. SBP.

Ya sea a través de videos, como en Ringu, o de espejos, como en Mirrors, el cine de terror asiático suele canalizar fantasmas parecidos. Aquí un celular es el vehículo para que aparezcan las chicas pálidas y de pelo llovido. Pero cuando la protagonista se conecta a Internet también aparecen. Por lo cual la película en lugar de Phone pudo haberse llamado Net o Click. Al mismo tiempo, la sobrina de la protagonista también recibe un llamado y a partir de ese momento empieza a comportarse como poseída. Y un psychokiller anda atacando a unos y otros a cuchillada limpia. Más allá de la desconexión argumental y la sensación de déjà vu que producen las semejanzas con otras de terror asiático, desde ya que los sustos están bien filmados (los coreanos no saben hacerlo mal). ¿Pero alcanza con eso?