7-Vivir al límite,

de Kathryn Bigelow. Con Jeremy Renner, Anthony Mackie y Brian Geraghty.

2008, 131 min. AVH.

La gran ganadora de los últimos Oscar es una suerte de crónica desde el frente, narrada en forma de viñetas. Son las últimas semanas de los miembros de una compañía en Irak, a la que se incorpora un especialista en desactivar bombas, que cultiva el estilo kamikaze. Filmada en estilo semidocumental (imágenes inestables, tonos apagados, saltos de raccord, cámara temblorosa, variaciones en el encuadre), la película de Kathryn Bigelow rinde culto, durante casi todo su metraje, a las dos hormonas favoritas de la realizadora de Punto límite: la adrenalina y la testosterona. Hasta que, súbitamente, sobre el final, Bigelow se acoge a la corrección política, mostrando al héroe viril hasta entonces ensalzado como junkie del peligro.

6-Los hombres que no amaban...,

de N. Arden Oplev. Con Noomi Rapace y Michael Nyqvist.

2009, 151 min. AVH.

Integrada por tres libracos enormes, la saga policial Millennium ha generado tantos lectores fanáticos (y la Argentina no es la excepción) que la comparación con fenómenos de culto como Harry Potter no parece exagerada. Los suecos ya la llevaron al cine y ésta es la transcripción de la primera novela. El tema del abuso a las mujeres atraviesa la trama entera, empezando por la propia protagonista femenina, sin duda lo más interesante de la película. Entre dark y postpunk, hacker brillante, investigadora privada y vengadora helada, Lisbeth Salander parece escapada de un comic. Pero el plot que se hilvana a su alrededor, más rutinario y ecléctico, no termina de decidirse entre Agatha Christie, el noir y El silencio de los inocentes.

7-Daybreakers,

vampiros del día, de M. y P. Spierig. Con Ethan Hawke, Sam Neill y Claudia Karvan.

2009, 98 min. AVH.

Alemanes de nacimiento y con residencia en Hollywood, los hermanos Spierig sacuden el árbol –bastante vapuleado últimamente– del cine de vampiros, practicando una serie de variantes rejuvenecedoras. Llevan la acción al futuro, poniéndola en un marco de cine de anticipación, e invierten la ecuación clásica, haciendo de los vampiros no los marginados sociales, sino la especie dominante. Frente a la corporación chupasangre que encabeza el gran Sam Neill y defiende el temible ejército vampírico, se rebela un grupo de resistentes humanos, encabezados por Willem Dafoe. Entre los pocos vampiros human–friendly que los apoyan se cuenta el héroe-hematólogo, encarnado por Ethan Hawke. Algo despareja, pero aun así original y entretenida.