8-LOS GUANTES MÁGICOS,
de Martín Rejtman. Con G. Fernández Capello y Valeria Bertuccelli. 2003, 90 min. Transeuropa.
Se edita finalmente, tras largas postergaciones, la tercera película de Martín Rejtman. Toda una argentinidad de clase media, como fijada en el tiempo, parece condensarse en el Renault 12 que le sirve como herramienta de trabajo al remisero que compone, con inolvidable melancolía, el señor Gabriel Fernández Capello, más conocido como Vicentico. Herramienta de trabajo y objeto amoroso, al que su propietario cuida, quiere y termina vendiendo, embarcado en una absurda empresa que es también argentina hasta la médula. A su alrededor circulan rockeros viejos, una azafata new age (la gran Valeria Bertuccelli), consumidores de pastillas y actores porno nórdicos. Puro minimalismo barroco, bien alla Rejtman.

9-OLD BOY,
cinco días para vengarse, de Park Chan-wook. Con Choi Min-sik, Yu Ji-tae y Kang Hye-jeong. 2004, 120 min. AVH.
Si Old Boy fue “la” película del 2005, eso se debe a su indeclinable invención narrativa y visual, a su apuesta por el riesgo y la inteligencia, a su pasión por lo insólito y a sus incontables momentos memorables. Ahora es el momento de reverla y, eventualmente, aquilatarla para siempre, aprovechando la edición en DVD, que incluye material de colección. Si se la reduce a sus meros componentes argumentales (un hombre de familia es secuestrado sin saber por qué, pasa varios años encerrado y al ser liberado busca develar el misterio de su abducción) jamás se podrá comprender la clase de experiencia que se vive al verla, con sus laberintos narrativos, sus idas y vueltas en el tiempo, sus transformaciones y la proclamación del triunfo de la ficción que con ella celebra su creador, Park Chan-wook.

8-COMO UN AVIÓN ESTRELLADO,
de Ezequiel Acuña. Con Ignacio Rogers, S. Pedrero y Manuela Martelli. 2005, 80 min. AVH.
La segunda película del argentino Ezequiel Acuña marca un gran salto adelante con respecto a su quizá sobrevalorada ópera prima, Nadar solo. Mientras que aquélla era una suerte de apología de la apatía –y se dejaba contagiar en exceso por ella–, aquí brota una generosa, casi barroca voluntad narrativa. Asomando la cabeza por sobre el restrictivo minimalismo de Nadar solo, Acuña cruza personajes, tonos y subtramas, tejiendo un rico y variado tapiz de historias. La tal vez irritante timidez del protagonista se ve contrapesada por un amigo pasado de revoluciones, un hermano que lo odia visceralmente y una chica que aparece, ante sus ojos, como un sueño encarnado. Surge también en Como un avión... una exuberancia visual, una sensorialidad que ponen a Acuña en primera fila entre sus colegas.

7-TEMPORADA DE PATOS,
de Fernando Eimbcke. Con Daniel Miranda, Diego Cataño y Danny Perea. 2005, 90 min. Transeuropa.
La ópera prima de Fernando Eimbcke es la película más parecida al Nuevo Cine Argentino que el Nuevo Cine Mexicano haya producido jamás. Con experiencia como director de videoclips, no extraña que en su debut el realizador ponga el acento sobre un grupo de adolescentes. Aunque en ese grupo irrumpa un adulto que, paradójicamente, es el más adolescente de todos. La premisa es mínima: un domingo a la tarde, dos chicos se quedan solos en casa de los padres de uno de ellos. Los planes de videojuegos y Coca-Cola se ven alterados por la llegada de una vecinita pizpireta y un repartidor de pizzas pesadote. Con una puesta en escena muy calculada, Eimbcke filma el vacío adolescente. Y también el estado de crisis, el deseo y la bronca contenidos.