Vida en pareja:

François Ozon.
Valeria Bruni-Tedeschi, S. Freiss, Françoise Fabian y M. Londsdale.
2004, 90 min.
AVH.

Un nuevo ejercicio de estilo a cargo de François Ozon, enfant no tan terrible del cine francés. Siempre afecto a los trucos, después de 8 mujeres, Bajo la arena y La piscina, Ozon narra la pérdida del amor de un matrimonio, de atrás hacia delante y a través de cinco momentos representativos. Todo empieza con el divorcio y viaja al primer chispazo amoroso, recorriendo la tentación de la infidelidad, el nacimiento del primer hijo y el casamiento. En todos los casos, el marido tiende a comportarse como un perfecto imbécil, egoísta y cobarde emocional, lo cual le deja a ella el centro de la escena. Allí aflora en plenitud la rubia Valeria Bruni-Tedeschi, una de las actrices más extraordinarias del cine contemporáneo y una película superior a la que la contiene.

- - -

La esposa del buen abogado:

Im Sang-soo.
Moon So-ri, Kim In-mun y Yun Jong-yeo.
2003, 104 min.
Transeuropa.

La vida de un joven abogado parece perfecta, con su posición, esposa e hijo, pero todo ello se va yendo al cuerno, en su medida e inarmónicamente. Con estos elementos, el cine de cualquier parte del mundo hubiera hecho una película convencional, previsible y formal. Pero como La esposa... es una película coreana, todo sucede aquí de modo vital, caótico e imprevisible. Llena de los violentos virajes de tono que suelen convertir a las películas de ese origen en viajes a puros barquinazos, este film de Im Sang-soo pasa de la contemplación a la escena de alto voltaje sexual, y de allí a un crimen brutal e inesperado. Hay una abuela que le confiesa a la familia que toda la vida fue infiel, un abuelo supermacho y una esposa que persigue al tímido adolescente de al lado. El cine como fuente de sorpresas.

- - -

Planta 4ª:

Antonio Mercero.
Juan J. Ballesta, Luis A. Priego y Gorka Moreno.
2003, 100 min.
Transeuropa.

El género de discapacitados y enfermos terminales (las dos cosas a la vez), revisitado con inesperadas dosis de humor. Toda una sorpresa proviniendo de Antonio Mercero, veterano peón de brega del cine español, en la planta cuarta de la que habla el título están internados un grupo de adolescentes con cáncer de hueso, pelados por la quimioterapia y con los miembros amputados. Apostando por lo imposible, el esperable baño de lágrimas trueca aquí en una comedia con algunos de los momentos más divertidos y contagiosos del cine reciente. El motivo: los chicos son unos juerguistas incorregibles, que se la pasan jodiendo al prójimo y corriendo picadas en silla de ruedas, a través de los pasillos del hospital. Entre ellos, el irresistible protagonista de El bola, un pícaro de aquéllos.

- - -

El caserón de las sombras:

James Whale.
Boris Karloff, Ch. Laughton y Melvyn Douglas.
1932, 71 min. B & N.
DVD.
Epoca.

Acaba de salir en DVD, en edición doble con la Frankenstein original, la película en la que se reunieron, al año siguiente, el gran Karloff y su descubridor, James Whale. Basada en una obra teatral de J. B. Priestley, aprovechando el éxito de la anterior, Whale la hizo girar hacia el terror, con dos grupos de protagonistas que van a parar a una casa siniestra, en medio de una tormenta. Los anfitriones son un hombre aprensivo y su hermana chupacirios, el bestial mayordomo mudo (Karloff), el padre centenario y un hermano pirómano, a quien tienen encerrado bajo cuatro llaves. Todo un adelantado, en momentos en que el cine de terror se estaba inventando, Whale la filma como parodia y saca una de las primeras comedias sobre familias disfuncionales.