El arroyo Maldonado y sus cercanías han sido fuente de inspiración de textos teatrales muy diferentes entre sí. Uno de éstos fue Pascua rea, de Patricia Zangaro, obra estrenada en 1991 que mostraba el calvario o via crucis dentro del pobrerío, en la Buenos Aires de los años ‘20. Otro fue un pasaje de Memorias bajo la mesa, de 1994, donde el autor y director era Juan Carlos Gené y el intérprete Pepe Soriano. En aquella puesta, un Mingo fabulador recordaba los desafíos que el indomable arroyo impuso a un cuarteador durante la famosa y triste crecida de 1912. Porque la furia ha sido una característica del Maldonado, incluso después de su entubamiento (obra que se llevó a cabo entre 1930 y 1936). Esa ausencia de mansedumbre dio lugar a más invenciones, y la autora Alicia Muñoz escribió Un león bajo el agua, espectáculo que se ofreció al aire libre en La Manzana de las Luces, con dirección de Román Caracciolo. En otra línea, La pesca, con dramaturgia y dirección de Ricardo Bartís, supo recorrer los festivales del mundo, corolario habitual en las obras de Bartís, invitadas al Festival de Avignon y, entre otros, el Holland Festival; Hebbel Theater, Théâtre Nacional de Chaillot y a la Banlieue Scéne.