Con Mirlitón, Los Musiqueros celebran 25 años de trayectoria. Pero el grupo tiene su “prehistoria”, como la define Teresa Usandivaras, su fundadora. “Trabajaba en un taller de educación por el arte y los padres de mis alumnos querían cantar las canciones con sus chicos, y grabé un casete en mi casa, que después se perdió. Entonces grabé uno en estudio, que fue el primer Jugamos a cantar”, recuerda. Eso fue a principios de los ‘80, y entonces la invitaron a presentar el disco en un teatro. Pero no tenía grupo porque había grabado con alumnos de 4 y 5 años. Así que convocó a Julio Calvo y Tomás Nelson, que fueron los integrantes de la primera formación de Los Musiqueros. Con la entrada de Calvo comenzaron a fabricar sus propios instrumentos: “Julio es un luthier nato. Le gusta hacer sonar las cosas: junta cosas y ve cómo suenan. Es gracioso que el chacletófono, el dicordio o el sweet banjo, que son instrumentos de Musiqueros, los sonidistas los conocen por el nombre que les pusimos nosotros”, se enorgullece.

A partir de ese momento y hasta 2007, a Usandivaras y Calvo los acompañó Beto Caletti; desde entonces, el trío se completa con Pablo Spiller. Los Musiqueros ya han visitado México, Colombia, Brasil, Perú, Chile y Uruguay, ganaron el premio ACE de 1996 al mejor disco infantil por Caricaracuá, y fueron nominados a los Gardel en el 2006 por Pequeño romance. “Hacemos recitales de música popular para chicos –define Usandivaras–. Lo del Cervantes es una puesta en escena de esas canciones, con lo cual a mí me resulta muy lindo probar desde ese otro lado que la música pueda ser mirada además de escuchada.”