Desde su estreno, Vidé/La cinta fija se exhibe a sala llena, lo que ha provocado que a partir de octubre se sume a la función de los jueves otra que irá los sábados a las 21. Entre los motivos del éxito hay que anotar la originalidad de la apuesta. “Es que si ponés a este hombre a la altura de los malvados clásicos, le estás haciendo un favor”, justifican los entrevistados. Entre pregunta y pregunta, el trío opina que uno de los grandes triunfos de la dictadura consistió en haber restringido las palabras con las que se habla de ella. Ellos arremeten contra ese muro por fuera de las convenciones.

La disposición del público también altera previsibilidades. Los asientos están ubicados en forma de cuadrilátero, rodeando al escenario. Sobre esa base se despliega el aporte de Briski, que sabe perfectamente lo que hace. Mazzarello y D’Andrea se conocieron hace años en su ya mítico taller, y lo asumen como referente. Por su parte, el autor del texto tampoco escatima elogios y asegura que “Norman cazó la corriente profunda del argumento y le dio un cauce dramático”. “Su capacidad de comprender y aportar conceptos complejos es excepcional.”