“A la gente no le gusta que se metan con sus periodistas preferidos”, dice Jorge Halperín. “Así como los medios y los periodistas están en la más alta consideración de la gente, un día nos van a bajar de un hondazo y nos van a odiar. Pero todavía ese día no llegó y la gente no percibe que la información es un campo de lucha de poder. Nosotros somos periodistas, somos escépticos, sabemos cómo se cocinan las cosas y nos damos cuenta”, advierte el periodista. “La estructura que tiene que tener un sistema de información es un tema demasiado complicado y esto juega a favor de los grandes grupos mediáticos, que operan sobre la gente todo el tiempo. Entender la manipulación informativa es un tema complejo. Me decía Juan Luis Cebrián, fundador del diario El país de España, que nosotros, los periodistas, y los medios de comunicación somos parte del poder; no estamos afuera mirando lo que hace el poder. Y esto se ha visto claramente en cómo los grandes medios acompañaron las políticas de Bush de invadir Afganistán e Irak; cómo encubrieron las mentiras de Bush acerca del gobierno de Saddam Hussein. Mucho tiempo después salieron a reconocer que habían mentido. Pero la gente cree que le informan y le cuentan lo que pasa”, subraya Halperín. “Me complace que el proyecto oficial limite severamente los monopolios mediáticos, aunque creo que se les van arreglar para construir otras opciones para ejercer ese monopolio. Me parece saludable que haya una ley de medios como la que plantea el Gobierno. Bienvenida la nueva ley.”