En dos semanas Sergio Olguín viajará a España para cumplir con la gira de presentación de Oscura monótona sangre, que lo llevará también hacia México. “Una de las cosas buenas del premio es que te da una chapa más internacional, en el sentido de que mis libros, salvo El equipo de los sueños, no habían llegado a México”, dice el escritor. “Planes de escritura tengo, pero siempre pongo un montón de excusas en el medio. Calculo que este año voy a comenzar una novela, incluso más policial, aunque ahora tengo muchas excusas para no escribir.” Cuenta que anda con ganas de empezar la anunciada segunda parte de Lanús, que arrancaría con la despedida de soltero de Adrián en plena fiesta menemista en 1997, en la que promete una banda de sonido con mucho Alanis Morissette. “Todavía tengo que resolver algunas cuestiones –subraya sin soltar prenda, como si temiera que esos fantasmas se agigantaran–. Ya hay varias mujeres muertas en el comienzo; vamos a ver si evoluciona hacia una novela.”