Maneries, la última obra de Luis Garay, fue el fenómeno de la danza contemporánea local en 2009. Ganó un premio –el Teatro del Mundo– y estuvo en boca de muchos. Salió de gira internacional (fue a festivales de Suiza, Portugal, Brasil, Estados Unidos y Bolivia) y se presentó durante cinco meses en Buenos Aires, lo cual es muchísimo para una obra independiente de danza. Maneries reveló a Florencia Vecino como una intérprete tan dúctil como exquisita, una mujer-máquina capaz de ser atravesada por todos los símbolos sociales posibles. Puso a reflexionar a los intelectuales, evidenciando que el cuerpo es sin duda materia significante socialmente investida. Sorprendió al público, demandándole paciencia a lo largo del desarrollo de una pieza que se construía por acumulación de elementos (fue de la ausencia total de movimiento a la superposición veloz y extrema). Para quienes se quedaron sin verla o tienen ganas de repetir la experiencia, Maneries volverá a presentarse a partir de este viernes en el Camarín de las Musas (Mario Bravo 960, irá todos los viernes a las 23), antes de embarcarse en una nueva gira europea a fines de este año.