Una vez más, el rock les gana espacio a las páginas amarillas. La versión oficial dirá que un grupo de personas que pretendía ingresar a Vélez sin entradas o con tickets falsificados se enfrentó ante la Guardia de Infantería de la Federal. Lo que siguió a eso es digno de la sección “policiales”: pedradas por aquí, palazos por allá, la intervención de 150 efectivos y un camión hidrante para dispersar a la horda iracunda. El saldo fue un árbol incinerado por obra de una bengala (el fuego tuvo que ser sofocado por una dotación de bomberos) y 16 demorados en la comisaría 44ª de Versalles (algunos de los cuales ya fueron liberados) por cargos tales como resistencia a la autoridad y tenencia de estupefacientes. El cruce de culpas y responsabilidades que siguió al hecho no pudo mitigar la violencia de quienes tiraron botellas a mansalva y de los que reprimieron a borcegazo limpio. No es la primera vez que sucede un episodio de este tipo en las inmediaciones del estadio de Liniers, más allá de los nombres de las productoras.