Cuando habla de su reciente visita a Cuba, el entrevistado no escatima elogios para la isla. Este año publicará en el país caribeño su novela Siroco, más un libro de cuentos. “Dos obras que se sumarán a mis actividades como propagandista de la revolución”, chancea.

Cuando se le pregunta si se suscitó algún debate acerca de la libertad de expresión durante su estadía, Battista no duda: “Dejame que te responda así: Dichosos los que lloran es la colección de cuentos de Angel Santiesteban que ganó el Premio Casa de este año. Tiene al principio una cita del cardenal Jaime Ortega, un representante del Vaticano que está en Cuba y tiene coincidencias con la revolución, pero también grandes distancias. En sus hojas, el libro recorre historias muy fuertes de las cárceles cubanas. Y no se censuró absolutamente nada”. “Y esto se va a publicar en toda la isla –subraya–. Creo que eso da cuenta de la apertura que hay en estos momentos.” Y remata: “Es hora de que alguien diga la verdad. Cuba tiene uno de los pocos premios de la lengua castellana que se basa estrictamente en la calidad literaria y no en el marketing ni en la corrección política”.