La primera Exposición Universal se hizo en Londres en 1851. La más recordada es la que se organizó en París en 1889. Celebraba el centenario de la toma de La Bastilla, y pasó a la historia por el símbolo que dejó para la posteridad: la Torre Eiffel. El bandoneonista Pablo Mainetti recuerda que aquella exposición le sirvió a Debussy para descubrir la música tradicional de Java, que influiría en su obra, que a su vez influiría en tantas obras fundamentales de Occidente. Más de un siglo después, Shanghai habilita otras influencias, como las que asumió el dúo Orozco-Barrientos, que llevó a China sus postales cuyanas; en la adquisición de instrumentos tradicionales para experimentar a su regreso. O en el desafío de transmitir a los chinos la clave de la cueca. Y, como corresponde por origen, en la cata de vinos del pabellón, en una exhaustiva comparación de calidades.