El exterminio de los onas fue uno de los aspectos más crueles de nuestra historia, que tiene que ver con el verdadero genocidio que realizaron, entre otros, Rivadavia, Juan Manuel de Rosas, Nicolás Avellaneda con Julio Argentino Roca, y podríamos seguir con los responsables. El pueblo ona era muy digno, tenía su cultura, y era un pueblo para convivir y lograr en ese extraordinario paisaje fueguino un cuadro completo de lo que es el hombre en connivencia con la naturaleza. Por eso, todo lo que se haga en recuerdo de ese pueblo nos parece un acto de coraje civil y de justicia. Felicito a Romero por su iniciativa.