Promover la actividad en las escuelas es otra de las tareas de la actual conducción del Cervantes, cuyo edificio, de estilo plateresco español fue inaugurado en 1921 y declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1995. En un aparte con Página/12, Rubens Correa destacó el trabajo que vienen cumpliendo los elencos de los espectáculos para chicos, básicamente en las escuelas de los barrios carenciados y en las rurales. Entre otros datos, hizo referencia a diez colegios de Entre Ríos, cuyos alumnos “nunca vieron un espectáculo como los que aquí se realizan”. “Iniciamos esta tarea en soledad. Después logramos contactarnos con gente del Ministerio de Educación, que se entusiasmó con el proyecto y comenzó a ayudarnos en la organización y el pago del transporte. El programa se agrandó cuando obtuvimos el apoyo de autoridades de las provincias para el alojamiento y la comida de los elencos.” Correa hace cuentas y adelanta que este año tendrán alrededor de 50 mil chicos espectadores en relación con el programa de cogestión. “Es impresionante, y la reacción fantástica. No son escuelas pudientes, como otras que pueden pagar por el espectáculo. En el Gran Buenos Aires, tenemos como espectadores a cuatrocientos chicos por cada función, una por la mañana y otra por la tarde.” La nueva apuesta es firmar contratos con sindicatos de Buenos Aires y de provincias: “Estos proyectos me alegran, porque acercan los mejores espectáculos a chicos que, por distintas razones, no pueden disfrutarlos en el Cervantes”.