Aunque Canale busca estructuras libres para intervenirlas en una dirección personal, nunca sabe antes del estreno acerca de qué quiso hablar con su espectáculo. “Confío en mi instinto”, asegura y, según dice, acierta en expresar con ese material algo que en determinado momento le resultaba necesario exteriorizar. “De todas formas, como no hay tantas cosas para decir, todo el tiempo elijo buena literatura para hacer teatro.” Por eso, tanto para sus propios espectáculos como para sus cursos utiliza obras literarias de Dostoievski, Lamborghini o Alberto Muñoz, entre muchos otros. En caso de trabajar con alumnos, en veinte sesiones el espectáculo está listo para ser estrenado. “Los grupos son siempre diferentes y hay que encontrarle la dinámica a cada actor”, afirma. Este es el caso de La novela de las mujeres, espectáculo basado en textos de Dostoievski que se presenta los martes, también en Puerta Roja.