Actor de teatro, cine y televisión, Salo Pasik se inició en la profesión en la década del ’70. Participó en espectáculos de diverso género hasta que en 1985 se incorporó a la compañía Teatro Fantástico, fundada por la coreógrafa Silvia Vladimivsky, y se trasladó a Italia. Allí realizó tareas de dirección y docencia y recibió premios. De regreso a la Argentina, y al frente de Teatro Fantástico, concretó nuevos trabajos en teatro, obteniendo distinciones. Actuó en He visto a Dios, Esperando la carroza, El inspector, Lejana tierra mía, de Eduardo Rovner; Money Money, Todos los judíos fuera de Europa; Walter; Como Blanca Rosa y Hairspray; Mucho ruido y pocas nueces, una puesta de Oscar Barney Finn; Eclipse de luna, de Beatriz Mosquera; La noche de los Sonetos (sonetos de William Shakespeare) y Aquella vez, dos obras dirigidas por Patricio Orozco. Sus intervenciones en cine y televisión fueron igualmente destacadas. Integró el elenco de El hijo de la novia, El abrazo partido; Morir en San Hilario, Paco y La suerte en tus manos, de Daniel Burman. En TV, Amor en custodia y Epitafios, entre otros títulos. Convocado por el cineasta brasileño Jorge Furtado, participó en Fronteras, un ciclo de cortos latinoamericanos para TNT, presentado por el director Juan José Campanella. Fue en el corto Até a vista (Hasta la vista). Pasik dice haber sido espectador asiduo del cine Lorraine. Era el lugar de sus escapadas, también de la Facultad de Arquitectura, a la que había ingresado, pero donde rendía muy espaciado. Algo parecido le sucedió en Psicología. Los exámenes le producían pánico. Entonces decidió estudiar teatro en Hebraica y tomar clases con el actor Rudy Chernicoff. “Extraordinario maestro en ese momento –dice–. Rudy fue uno de los que actuaron en la mítica Viet Rock, de Megan Terry, en la memorable puesta que realizó Jaime Kogan en 1968, en el Teatro Payró.”