La Selección Nacional de Tango se formó este año, después de varias reuniones en la Asociación Argentina de Intérpretes en las que parecía imposible sortear ensayos y horarios cruzados, según cuenta Leopoldo Federico (presidente de la entidad). Hay una experiencia reciente que funciona en el mismo sentido de “selección”: Café de los Maestros, comandado por Gustavo Santaolalla, que reunió a grandes como Federico, Horacio Salgán, Atilio Stampone y José Libertella, que llegó a grabar antes de su muerte. Federico apunta las diferencias entre ambos proyectos con humor: “No hay que confundir: Mederos o Mainetti no tienen edad para aquella orquesta. Aquél es el Café de los Maestros, pero de los maestros viejos”.
La Selección Nacional no sólo reúne a tres generaciones de intérpretes: también condensa, de algún modo, el espíritu de las distintas orquestas históricas por las que todos ellos pasaron: Ernesto Baffa integró la orquesta de Aníbal Troilo, como Mauricio Marcelli, y de Horacio Salgán. Julio Pane, Horacio Cabarco, Mario Fiocca, Ernesto Baffa y Eduardo Walzac también formaron filas con Salgán; Marcelli y Mederos pasaron por la orquesta de Pugliese; Pane y Mederos integraron formaciones de Piazzolla, entre otras participaciones. Y de los proyectos propios que fueron desarrollando cada uno. La Selección también abarca la formación del Sexteto Mayor y, por supuesto, de la orquesta de Federico, que dice “correr con ventaja”, porque son muchos los miembros de su orquesta que integran este proyecto. No son todos los tangueros de la vieja guardia en actividad, ni los únicos que se destacan entre los más jóvenes, claro está. Pero alcanzan para hacer sonar el tango de la mejor manera.