Netflix ex una plataforma web de distribución de contenidos (cine y series) que –a diferencia de Cuevana, Series Yonkis o Crackle– requiere de una suscripción mensual por un valor de 8 dólares a cotización oficial. Por obvias razones, los títulos ofrecidos no son los mismos que en sus competidores “ilegales”: aquí (salvo excepciones) no están los últimos estrenos de cine ni se ven capítulos de series al día siguiente de su emisión original, pero sí se encuentran colecciones completas de éxitos como Breaking Bad, Mad Men, Grey’s Anatomy, Dexter y The Office, entre otras, lo que convierte a Netflix en una opción más que interesante para ponerse al día con alguna serie atrasada, o volver a descubrir lo ya visto cuando la televisión tradicional no tiene mucho para ofrecer. Para hacer valer el precio pagado (que equivale a poco más del valor de una entrada de cine), Netflix ofrece un servicio sin desconexiones y un catálogo de producciones originales como House of Cards y Hemlock Grove que, junto a otros estrenos, harán de 2013 “el año de las series exclusivas”, según afirman. Desde su llegada a Latinoamérica, Netflix ha incorporado algunos contenidos locales (Vientos de agua, Los simuladores, En terapia) y nuevos dispositivos desde donde acceder además de la PC, tales como tablets, PlayStation, XBox, Wii, SmarTVs y teléfonos inteligentes.