La publicidad de Isenbeck contó con un equipo de tres redactores creativos que decidieron tomar como motivo inspirador la noticia publicada en diarios: leyeron con atención el anuncio de venta de la mayor cervecera argentina a manos brasileñas (en todas las portadas, a principios de este año) y luego eligieron un tono sarcástico para comentarlo. Muchos publicistas creen que el mítico Gol, gol, gol... en tu cabeza hay un gol, ideado por Agulla y Baccetti para cerveza Quilmes, en los lejanos ’90, fue el punto de pasaje a otro modo de concebir la publicidad en mundiales, sin esquivar la carga nacionalista, llenando la pantalla de banderas, perdiendo el temor políticamente correcto al existismo. Pero el equipo de Alvaro Fernández Mendy ahora revisa esa historia al modo paródico, cuestiona algunos mitos de cerveza/nación.

“Los riesgos son los de siempre –asume César Rodríguez– puede haber una represalia de acciones judiciales intentando frenar la campaña. Por eso la estrenamos un viernes. Si pasaba algo, al menos ganábamos dos días. Pero en este caso Quilmes no respondió.” El shock se prevé como estrategia de corta duración y largo alcance; como cimbronazo en busca de atención que –con un fin de semana– vería cumplidos muchos de sus objetivos. Para Facundo Goldaracena, “fue una propuesta de antisponsoreo. Mediante este tipo de campaña lográs que la gente se divida: todo se polariza y las demás marcas desaparecen”. La ligazón con lo que pasa en una campaña política no es casual: tal vez esa polaridad los haya inspirado; es el minuto en que desaparece el panorama de marcas y queda un paisaje dual que hasta podría beneficiar al aludido. ¿Tan así? Para Norberto Vatrano, el tercero del grupo, la campaña de Isenbeck “rompe el tono patriota. Teníamos poco presupuesto, y había que insertarse en todo eso tan heroico. Había un sentimiento que estaba más oculto y era: que pierda Brasil. Siempre, en cada Mundial, hay un exceso. En medio de eso hay que proponer algo distinto. Y todo está agigantado”.