Inspirada en la novela en entregas escrita por Alejandro Dumas, la versión televisiva de El conde de Montecristo tiene una trama que combina intriga, suspenso y romance que no da respiro. En esta versión local del clásico de la literatura (cuya historia siempre fue utilizada por las ficciones televisivas, pero nunca “blanqueado” como en “Montecristo”), la trama se separará cada vez más del original. “En el texto de Dumas –adelanta Lorenzón–, la venganza de Montecristo es más lineal: cuando regresa a él nadie lo reconoce, por lo que realiza su venganza sin problemas y desaparece en un barco. Eso sería imposible que suceda en la novela: a Santiago (Echarri) no le va a resultar tan fácil engañar a los otros. Y como hay un tema judicial respecto de la apropiación de bebés, va haber un juicio. Pero no sólo los malos pagan: también hay personajes de los ‘buenos’, como Rocamora (Luis Machín), que están implicados en cosas jodidas.” ¿Y qué pasará con la historia de amor entre Laura y Santiago? ¿Seguirán separados, como en el original de Dumas? “Ah, para eso todavía falta”, responde, misteriosa, la autora.