TEATRO
Raúl Leiva es uno de los actores que trabajó con Colin en los noventa y que ahora vuelve a hacerlo. En su vida diaria es dentista. Cuando el año pasado actuó en El Popular, habían pasado dos décadas desde que lo había hecho por última vez. “Me acuerdo de hablar con Vincent por teléfono muchas veces en francés, para que mis pacientes no descubrieran que hacía teatro”, se ríe el hombre, de 65 años. Cuando uno de sus pacientes descubre que él también es un actor, les dice: “En realidad, yo estoy actuando de dentista”.
No puede sacarse de la cabeza, todavía, el logro que significó actuar en el Festival de Avignon. “Cuando pasó esto vino una periodista de Sur a entrevistarme a mi consultorio. Pensaba que era de mi padre o de mi hermano. Al final de la nota escribió un párrafo muy agradable. Decía que se notaba mi alegría de que mi doble vida de dentista y actor había quedado al descubierto”, cuenta. “Yo no quería que mis pacientes me descubrieran. Sorprende que un dentista sea actor más que si juega al golf.”
–¿Cómo repercute el trabajo de Colin en usted y sus compañeros?
–Trabajamos de manera muy profesional, no es que hacemos teatro entre amigos. Eso me resulta muy interesante. Cuando tenía 20 años, mi padre, que tenía 40, me decía que se iba a jugar al tenis con los muchachos y yo pensaba: “¡Este hombre está loco! ‘¿Muchachos?’”. Eso se relativiza con el paso del tiempo, al atravesarlo personalmente. De eso habla la obra. Es bastante excepcional hacer teatro en nuestras vidas, pasamos años sin hacer nada. Es maravilloso y bello.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux