Entre los artistas de Necochea estuvieron el Grupo Cromalina, con su espectáculo musical Sonidos del viento. Formado por músicos y docentes que trabajan con chicos, el conjunto hizo bailar a madres y niños con sus chacareras, cumbias, carnavalitos y milongas. Si bien todavía no tienen disco editado, todas las canciones de su repertorio son propias. “Tutti fruti”, “La mulita Renata”, “Los sonidos del viento” y “Purmamarca” son algunos de los temas que tocaron.

Mientras el charango y las guitarras sonaban, muchos chicos bailaban en ronda adelante del escenario. Es que la invitación era ésa: dejarse llevar por la música. “Siempre los invitamos a bailar y jugar, es una invitación permanente”, cuenta la cantante Valeria Schutten. “Nos gusta trabajar con los chicos porque son espontáneos, desinhibidos, desprejuiciados, más predispuestos a disfrutar, más permeables”, subraya.

“Mientras lo hagas con alegría y eso lo puedas transmitir tiene buena llegada a los chicos. Lo más importante es la energía que transmitís cuando tocás y cantas, eso siempre les llega”, agrega César Agriello, otro de los músicos. El grupo se completa con Sandra Ortiz, Pablo Zárate y Mariana González.