La 67ª edición del Festival de Cannes promete a partir de hoy mismo una polémica –módica, banal, pero polémica al fin– al inaugurar esta noche el evento con la proyección, fuera de competencia, de Grace of Monaco, sobre la vida de la actriz estadounidense Grace Kelly. El film ha sido rechazado explícitamente por la familia de la princesa Gracia Patricia de Mónaco. Nadie del principado recorrerá los escasos 55 kilómetros que distan de Cannes para asistir al estreno. La australiana Nicole Kidman encarna a la protagonista de Para atrapar a un ladrón y La ventana indiscreta. En un comunicado, la casa real monegasca pidió que no se hable de la película como un “biopic”, ya que –según el comunicado– se presenta de forma “tergiversada” la vida de la princesa, fallecida a los 52 años en un accidente automovilístico, en 1982. A estas desavenencias se suman las que existen entre el director, el francés Olivier Dahan (La vie en rose), y el productor Harvey Weinstein, quien decidió realizar un montaje final diferente del propuesto por el cineasta. Esa versión es “catastrófica”, dijo Dahan en octubre. No obstante, Dahan estaría esta noche en la alfombra roja para acompañar a sus actores: Kidman, Tim Roth, que encarna al príncipe Rainiero, y Paz Vega, que da vida a la cantante de ópera Maria Callas. A todo ello se añade el hecho de que la voz elegida para doblar al francés a Nicole Kidman es la de la actriz Julie Gayet. Hasta hace poco, la prensa francesa sostenía que Gayet tenía una relación sentimental con el presidente de Francia, François Hollande.