Si el signo de Sagitario se asocia con un arquero o con una flecha, cuando Julieta Carrera encarna a Sagitario –como se llama su personaje de clown– ella misma es una flecha disparada hacia lugares insólitos. Vale la pena acercarse a NoAvestruz (Humboldt 1857), los próximos domingos de agosto a las 21, y verla junto a otros payasos en el espectáculo Una vez. Reunión caprichosa. Ahí es cuando desata sus impulsos más descontrolados. Criatura ridícula y volcánica, con aires de maestra, suelta sus necesidades sin ningún filtro. Hasta su cuerpo parece salirse de sí mismo de tanta energía que concentra. Y el amor se le escapa una y otra vez a pesar de todo lo que hace para encontrarlo. “Es un personaje que la gente quiso enseguida, con su total descontrol. Me permite sacar lo que en la vida cotidiana reprimimos. Ella no tiene ese respeto que yo sí tengo en mi vida diaria. Es una desbocada, por eso la gente se ríe tanto”, comenta Carrera, para quien la risa no es puro divertimento. “Los impulsos del clown reflejan lo que esa persona es: los temas que la movilizan, sus deseos. Aparece tu ser y ésa es la profundidad del payaso. Puede hacer pavadas y hacerte reír, pero también llevarte a otras zonas y abordar todos los temas sin ser solemne”, opina. Por primera vez Julieta se va a correr de la actuación. Después de trabajar en varios espectáculos de Marcelo Katz (Aires, Amargo dulzor y Tempo) va a dirigir a este reconocido maestro y director junto a tres intérpretes en un nuevo montaje ambientado en un restorán, comandado por cuatro clowns, que se estrenaría hacia fin de año.