Hernández está abocada a la edición de Lluvia, su nuevo film. “Terminé de filmar el fin de semana pasado. Es muy intimista: la historia de un breve encuentro entre una mujer y un hombre en la ciudad durante tres días. Pero tenía la complejidad de la lluvia. Llueve en toda la película. Había un nivel de parafernalia y complejidad, la dualidad de lo íntimo y una estructura enorme. Difícil, pero la pasamos bien.”

–¿Qué opina sobre la camada de realizadoras?

–Me parece superinteresante. Es un lugar de apertura enorme para las mujeres que no es inherente al cine, sino también en la política en el mundo. En Argentina es impresionante la cantidad de directoras que hay y creo que tuvo que ver mucho con la aparición de escuelas, talleres, la posibilidad de filmar de una manera más accesible. No sé si en cuanto a las facilidades, pero sí de buscarse la manera para hacerlo.