Al cine y a la ciencia los une si no una relación filial, al menos un vínculo de sangre sinuoso, estrecho y de roces continuos y sonantes: al fin y al cabo, el invento de los hermanos Lumière nació y dio sus primeros pasos con el impulso tecnológico de todo un enjambre de aparatos y chirimbolos ideados por la burguesía industrial positivista del siglo XIX, con el fin de representar la realidad desnuda sobre el blanco abierto de una pantalla o una pared. Sin embargo, con el tiempo, el cine se volvió rebelde: abrazó la ficción y desconoció no sólo su origen documentalista sino las mismas alianzas que permitieron su triunfal nacimiento hace casi 111 años. Pero ya en su estadio de madurez, abandonando su post-adolescencia tardía, el séptimo arte se está reconciliando con su pasado, como aquellos hombres y mujeres que al alcanzar cierto momento en su vida sienten el ímpetu ciego y frenético de reconstruir al menos imaginariamente su árbol genealógico y rescatan de cajas perdidas fotos comidas por las pulgas.

El cine atraviesa por ese revival y le rinde homenaje a su pasado cientificista no sólo a través de una cada vez mayor presencia de la ciencia en sus argumentos sino abriendo espacios para la organización de festivales y encuentros donde la temática científica aglutina a los videos en competición.

Uno de los festivales de cine científico más relucientes es “CineCien (festival de cine y video científico del Mercosur)”, que este año, en su segunda edición, abre sus puertas otra vez en la Biblioteca Nacional (Agüero 2502), el viernes 3 y el sábado 4 de noviembre, con entrada libre y gratuita.

Organizado por la Secretaría de Ciencia y Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (Secyt) y el Departamento de Artes Audiovisuales del Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA) y con el apoyo activo del Instituto Nacional de Artes Audiovisuales de la Argentina (Incaa), el auspicio del Parlamento Cultural del Mercosur (Parcum), la Red Vitec, la Recam y la Fundación Ciudad de Arena, el festival se emplaza como espacio para promover el intercambio de experiencias entre los profesionales participantes, ofreciendo un ámbito específico de capacitación para quienes contribuyen a la divulgación de la actividad científica de todo el país.

Se presentaron más de 66 videos científicos que se distribuyeron en áreas tales como “Científico-Técnica”, “Biomédica” y “Humanístico-Social”. Hay videos didácticos, series documentales para TV y largometrajes de ficción, animación o documental. Como Atrapados en el fin del mundo (de Eduardo Sánchez, Pablo Wainschenker y Fernando Moyano), sobre la historia del científico argentino que a fines del siglo XIX quedó varado dos años en la Antártida; El origen de la Luna (de María Pía Sicardi y Ana Gromick), sobre las distintas teorías del origen del satélite terrestre; Riachuelo (de Alberto Boselli); Antártida: un paradigma global (de Pablo Ciancio); El alma de una ciudad (de Leonardo López Amado); Explotación de níquel en tierras mayas (de Mariano Aiello y Kristina Hille); Mensajeros del espacio (de Cristina Raschia), entre otros.

El jurado está presidido por el periodista español y doctor en comunicación pública Bienvenido León (profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra), el director Juan Bautista Stagnaro, Jorge Falcone (realizador cinematográfico), Enrique Alberto Rabe (jefe del Area de Comunicación Social del Ceride/Conicet) y Claudio Martínez (productor de El Oso producciones).

También habrá conferencias, mesas redondas, retrospectivas y paneles como “Periodismo, ciencia y ficción”, “Nuevas tecnologías para la divulgación científica”, “Políticas gubernamentales, investigación y divulgación científica”, “La producción audiovisual en la universidad” y “Televisión y ciencia: ¿compañeros incómodos?”.

CineCien 06 tendrá lugar en la Biblioteca Nacional, Agüero 2502. Informes: www.secyt.gov.ar - www.iuna.edu.ar