El medio ambiente ya tiene festival propio. Y los amantes de la buena música, una cita ineludible. La fundación de Al Gore, un ya conocido activista en cuestiones climáticas, organizó para hoy un maratón musical de 24 horas que recorrerá casi todo el mundo, a lo largo y a lo ancho. Más de 150 artistas repartidos en nueve ciudades de los cinco continentes harán vibrar la Tierra con sus mejores sonidos, entonando una seguidilla de hits. ¿El motivo? Luchar contra el calentamiento global. Una gran rave del rock y el pop donde el invitado de honor es la emergencia planetaria.

Una vez más hubo que ir a buscar al rock para generar visibilidad en una acción global que pretende detener riesgos o generar toma de conciencia. Claro que esta modalidad no es nada nueva. Los derechos humanos también tuvieron de su lado a grandes nombres de la música en aquel histórico festival, quizás el pionero, Amnesty International, gira que recorrió varios países –entre ellos la Argentina–, aterrizando en el estadio de River Plate en 1988, con figuras como Sting, Bruce Springsteen y Peter Gabriel. Además, el siempre presente compromiso de Bono (cantante de U2) por la lucha social contra la pobreza, el sida y todo tipo de causas de responsabilidad social: un clásico. Y el Live 8, una versión extendida del Live Aid (que causó sensación hace 20 años), que tuvo lugar el año pasado en diez ciudades y cuatro continentes, un evento mundial que aspiraba a impulsar a los líderes del mundo para que ayudasen a los pobres. Algo que finalmente no se sabe si se logró. La lista es eterna y con miles de personalidades del ambiente rocker (y no tanto) dando el presente.

“¿Te acordás cuando decían que la música puede cambiar el mundo? Ahora también puede salvarlo”, recita la voz solemne del locutor de la publicidad de TN, uno de los canales que permitirán ver algunos momentos de los megaconciertos. Es que el ex vicepresidente norteamericano estableció claramente cuál es el propósito de tantas horas de música: “Atrayendo una audiencia de miles de millones, esperamos lanzar con el Live Earth una campaña global para darles a las grandes masas las herramientas que necesitan para solucionar la crisis climática”. La idea del concierto planetario –que comenzará en Sydney y terminará en los Estados Unidos– es generar conciencia acerca de los problemas del cambio climático. Detrás de esta iniciativa está también Bob Geldof, músico, pacifista y responsable de la organización del Live 8.

Convertido de lleno a la causa ambientalista desde que perdió la elección presidencial norteamericana en 2000, Al Gore no descansa. Primero fue Una verdad incómoda, documental lanzado en el verano de 2006 sobre el calentamiento global y el cambio climático, con gran éxito de público a nivel internacional, obteniendo dos premios Oscar de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood en la categoría de mejor documental. El análisis científico sobre las causas del cambio climático y las consecuencias que tendrá para el mundo mezclaba extractos de las conferencias que el político estadounidense imparte por todo el mundo con fragmentos de su vida personal.

Bajo la premisa de que la crisis climática es una emergencia planetaria y que sólo podrá ser detenida con un movimiento global sostenido, Gore se embarcó en el “desafío Live Earth”, sabiendo de antemano que su organización gozaría de dificultades varias. No se logró la adhesión de todos los países previstos. Ninguno de los principales conciertos tendrá lugar en un país islámico y un evento importante inicialmente previsto en Turquía fue cancelado invocando falta de interés y problemas de seguridad. Entre los artistas más destacados se encuentran The Police, Smashing Pumpkins, Bon Jovi, Duran Duran, Foo Fighters, Madonna, Black Eyed Peas, Jack Johnson y Roger Waters. De paso, en el año donde los regresos ochentosos circulan con tanto frenesí, el célebre grupo británico Genesis volverá a pisar los escenarios. ¿Le bailarán al público presente en defensa del calentamiento global el pasito popular de “I Can’t Dance”? Los únicos latinos serán Shakira, que al menos se encargará de dar inauguración a la gran fiesta gran en Hamburgo; Maná y Enrique Iglesias. Argentina no iba a aparecer ni en figuritas, pero hubo una invitación de último momento. Gustavo Cerati será el único argentino que participe del show mundial y fue invitado por la cantante colombiana.

Ahora bien, ¿cuál será la relación de continuidad entre el calentamiento global y esta gran serie de conciertos? ¿Funcionará este llamamiento a la población sobre lo que Gore califica de “emergencia planetaria”? ¿O será una seguidilla de buenos (y malos) recitales, repleto de grandes hits y también una excelente oportunidad para que los fans puedan estar cerca de sus grupos favoritos una vez más? ¿Se cantarán canciones con mensajes alusivos a esta alarma ambiental del siglo XXI, con consecuencias catastróficas? Dentro de pocos meses, quizá semanas, ¿se verá en las disquerías el compilado Live Earth 2007, sponsoreado por las Naciones Unidas? El incremento de las emisiones de CO2 de los vehículos, se sabe, es una de las causas principales de los cambios climáticos y el calentamiento global. ¿Acaso como primera medida de concientización se prohibirá llegar en auto a los estadios de Shanghai, Sydney, Londres, Johannesburgo, algunas de las grandes ciudades donde tendrán lugar los shows? Quizás el propio gurú ambientalista, que además no perdió de vista el negocio, se haga presente entre canción y canción, micrófono en mano pero sin guitarras, y realice una performance educativa, explicando las ventajas de plantar árboles, o que las plantas absorben una considerable cantidad de polvo y contaminantes. O en una de ésas revele que evitar la generación de desechos, recoger por separado los materiales (vidrios, papel, sustancias orgánicas, y químicas, metales o residuos), preparar abonos con los desechos orgánicos y establecer estaciones de reciclado son soluciones posibles a esta gran cuestión prioritaria denominada calentamiento global.