Guía Turística del Sistema Solar
Mariano Ribas y Carla Baredes
Ediciones Iamiqué, 59 páginas

¿Por qué una guía del Sistema Solar? –Antes de hacer la guía, lo primero que pensamos fue que era un tema clásico para chicos, porque el libro apunta a esa edad, y el tema clásico es el Sistema Solar; te sitúa, te pone en contexto, en la antesala del universo, como si fuera la puerta de tu casa: a partir de aquí, vamos a ver qué hay alrededor. El tema es que ya se han hecho libros sobre el Sistema Solar, más descriptivamente, más en forma de manual, pero lo que quisimos hacer son dos cosas.

–A ver...

–Uno: la idea de guía turística, en el sentido de lugares a recorrer. Y presentar a los planetas no como lugares distantes o, mejor dicho, no sólo como lugares distantes, sino como mundos transitables, sitios a recorrer, lo que les da el status de mundos, los da como lugares que tienen entidad de mundo independientemente de lo que es la Tierra. Y dos: la ventaja de que sea un paseo le da una cosa divertida, de entretenimiento y la posibilidad de leerlo fragmentado. No hay una narrativa de principio a fin; uno llega a Mercurio y otro día retoma el viaje en cualquier otro punto del Sistema Solar.

–Y es también un libro para grandes, ¿no?

–Está pensado para que los chicos lo lean con sus padres, porque si bien la presentación es de tipo infantil, no es únicamente un tema infantil, no son temas menores, algo que sólo les interesa a los chicos. Lo que cada uno de los capítulos o planetas te presenta son curiosidades, cosas particulares. Cuatro primeros mundos rocosos, cuatro grandes mundos gigantes –hay una cosa como de construcción– y la Tierra insertada en ese contexto, como integrante de una familia de cuerpos que acompañan al Sol. Lo que no quisimos hacer es la típica cosa numérica, tradicional; eso se separó y se pone al final.

–Entonces, frente a cada uno de los planetas, la idea es que muestra un lugar nuevo.

–Sí. Y entonces, ¿con qué me encuentro, qué paisaje voy a ver? Puro descubrimiento. Y una cosa que no es menor es que tuvimos muchísimo cuidado con las ilustraciones y las fotos. Pusimos las más nuevas. Queríamos que el planeta luciera como se vería desde la escotilla de la nave. Y en cuanto a los dibujos de Javier Basile, se basó en el texto, hubo mucha ida y vuelta, se trató de que no fueran ficticios, aún allí aparecen las cosas tal como se verían... Y los detalles están basados en lo que verdaderamente se vería.

–¿Y para cerrar?

–Otra cosa no menor es que arrancamos presentado la Tierra, no sólo como lugar de partida sino como lugar de referencia, para que el chico o el grande se dé cuenta de que en otro lado las condiciones son muy diferentes: en Marte el cielo es naranja, en Mercurio es negro.

–Y el libro cierra con un capítulo “Más allá de Neptuno”.

–Ahí nos pusimos muy exquisitos. Presentamos la zona de lo que sería el ex planeta Plutón como integrante de una región enteramente nueva que hasta hace poco era totalmente ignorada. Así como los padres tuvieron su maqueta del Sistema Solar, presentamos la maqueta 2008-2009. Es otro Sistema Solar, y esperamos que los padres se sorprendan al encontrarlo muy diferente de lo que leyeron hace 30 o 40 años.

–Se sorprendan y se maravillen.

–Sí.

–Como se sorprenden y se maravillan con las notas que publicás en Futuro.

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