La ciencia de Mayo
La cultura científica en el Río de la Plata (1800-1820)
Miguel de Asúa
Fondo de Cultura Económica
Fundación Carolina

Cuando llevé a escanear la tapa de este libro para ponerla aquí, alguien me dijo al ver el título: ¿la ciencia entonces? Sería algo relacionado con el derretimiento de las velas de sebo, o cosa por el estilo.

¿Sabés que no?, le contesté. Las cosas eran incipientes, pero eran. Había gente como Manuel Belgrano que tenía las cosas muy claras y fundó una Escuela de Matemáticas. Había, en suma, una corriente de gente que se había embebido de la Ilustración europea, y que consideraba a la ciencia con los ojos de Diderot y D’Alembert y que creían firmemente que la difusión del conocimiento era, para la joven República (que ni siquiera lo era aún), tan importante como la fuerza de las armas. El mismo San Martín establecía que consideraba esencial que los ejércitos fueran acompañados por técnicos.

Y mucho más. En este año del Bicentenario, un libro como éste hacía bastante falta. Académico, se dirá; recopilador de datos, se dirá, pero se lee con no poca sorpresa y enterándose de una faz de la temprana historia de nuestro país que muchas veces se olvida.

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