Sáb 28.06.2014
futuro

Postales y revelaciones de la sonda espacial Cassini

Toda una década explorando un fabuloso reino astronómico, situado a más de mil millones de kilómetros de la Tierra. Sí, el próximo 1º de julio, la sonda espacial Cassini cumplirá 10 años en órbita de Saturno. Una marca verdaderamente impresionante, que coloca esta máquina exploradora de la NASA y la ESA (la Agencia Espacial Europea) entre los mayores éxitos científicos de toda la Era Espacial. Una epopeya que, lógicamente, merece ser bien celebrada. Y qué mejor celebración que echarles una mirada a algunas de las postales más espectaculares y significativas –ondas de radio mediante– que la intrépida y ya veterana nave espacial nos ha hecho llegar, desde aquellos lejanos pagos anillados...

“El mejor Saturno” (tapa)

Empecemos a lo grande. De hecho, en su momento, la imagen que hoy ocupa la tapa de Futuro fue bautizada –por la propia NASA– como “el mejor Saturno”. Es una foto maravillosa que, justamente por eso, merece ser explicada. Por empezar, no es una toma única sino un “mosaico” de 126 fotos individuales (ensambladas digitalmente), tomadas el 6 de octubre de 2004. Apenas unos meses después de la inserción orbital de la nave en torno del planeta. Con unos impresionantes 8888 x 4544 pixeles (una resolución que permite distinguir detalles de apenas 40 kilómetros), esta panorámica en “color natural” revela, por empezar, la impresionante sombra del globo de Saturno sobre su sistema de anillos (a la izquierda). Y a la inversa, la sombra de los anillos sobre el azulado hemisferio norte del planeta. También pueden verse las variaciones de colores de estas fantásticas estructuras (hechas de polvo y pedazos de hielo y roca). Y hasta algunas pequeñas tormentas en el acaramelado hemisferio sur de Saturno (son esas pálidas manchitas celestes).

“El rostro de la belleza” (1)

El 4 de mayo de 2005, la cámara de campo amplio de la sonda Cassini obtuvo esta otra vista (también en “color natural”). Y ya mucho más cerca de Saturno. Tan es así que, al mirarla, casi parecemos “chocarnos” contra el planeta. En esta postal, titulada “el rostro de la belleza”, nuevamente vemos la oscura y a la vez delicada sombra de los anillos proyectada sobre el azulado hemisferio norte. Sí... coincidimos: por momentos, de tan bonita, esta vista parece casi irreal.

Anillos en primer plano (2)

No está del todo claro cómo se formaron los anillos de Saturno. Ni tampoco cuándo. Pero algunas teorías dicen que serían los restos desparramados de una o más lunas destruidas. Otras sostienen que son materiales dispersos que nunca llegaron a formar satélites. O quizá, simplemente, se trate de una combinación de ambos escenarios. En lo que a su edad se refiere, hay modelos que sugieren que son tan viejos como Saturno mismo (unos 4500 millones de años). Y otros que, por el contrario, hablan de una antigüedad de apenas 100 mil años. Lo que es absolutamente seguro es que los anillos están hechos de polvo e incontables fragmentos de hielo y roca. Materiales que, siguiendo diferentes “carriles” orbitales, giran a toda velocidad en torno del planeta.

Como no podía ser de otra manera, en todos estos años la sonda Cassini ha clavado varias veces su aguda mirada en los emblemáticos anillos de Saturno. Sin embargo, los resultados más extraordinarios los obtuvo a poco de llegar: el 12 de diciembre de 2004, las cámaras de la nave lograron esta panorámica. Es otro “mosaico” (en este caso, de seis fotos) de exquisita resolución que abarca, de punta a punta, más de 60 mil kilómetros. Y muestra la compleja estructura de los anillos (de izquierda a derecha) “D”, “C”, “B” (el más grande y brillante, de color amarillento) y “A”. Incluso, hasta el finísimo “E”.

Titán, revelado (3)

Saturno tiene más de 60 satélites conocidos. Pero hay uno verdaderamente excepcional: Titán. Una súper luna de 5150 kilómetros de diámetro que no sólo es, por lejos, el mayor escolta del planeta sino, también, la segunda luna más grande de todo el Sistema Solar (apenas por detrás de Ganímedes, de Júpiter). De hecho, Titán es más grande que el propio planeta Mercurio. Además, tiene una robusta atmósfera (de nitrógeno y metano). Un rasgo que la hace única en su clase. Allí, la radiación ultravioleta del Sol desarma las moléculas de metano, y esos átomos sueltos de carbono e hidrógeno vuelven a combinarse, dando lugar a complejos hidrocarburos que forman una niebla opaca y precipitan hacia la superficie. Y no sólo eso: Cassini confirmó que en Titán llueve metano líquido. Y que esas lluvias alimentan ríos y lagos.

Vamos a la foto: el 14 de enero de 2005 la minisonda Huygens se desprendió de su nave madre (la Cassini, justamente) y logró posarse por primera vez en la gélida (180 grados bajo cero) y brumosa superficie de Titán. Fue una hazaña científica mayúscula. Junto a esa postal de la superficie –la única tomada in situ– compartimos un plano global, tomado por Cassini casi tres años más tarde, el 5 de enero de 2008.

Encelado: hielo y criovulcanismo (4)

Y aquí tenemos otra fascinante luna de Saturno. Mide 504 kilómetros de diámetro. Apenas el 10 por ciento del diámetro de Titán. Y sin embargo, Encelado resultó ser una de las mayores sorpresas del Sistema Solar: en 2005 y 2006, los instrumentos de la sonda revelaron que esta lunita expulsa chorros de vapor y hielo de agua hacia el espacio. Poderosos géiseres helados. Algo que los geólogos planetarios llaman “criovulcanismo”. Un fenómeno que, en este caso, tendría como “motor” la poderosa acción gravitatoria de Saturno, que en cada vuelta estira y comprime continuamente a Encelado, calentando su interior. Aquí vemos un magnífico primer plano del satélite, obtenido el 14 de julio de 2005. Más allá de unos cuantos cráteres relativamente “suaves”, se destacan las llamadas “rayas de tigre”: son profundas estrías muy próximas al polo sur de Encelado. Desde allí, justamente, brotan los chorros de vapor y hielo de agua. En la imagen insertada, tomada el 13 de octubre de 2009, vemos el fenómeno en plena acción. Es verdaderamente impresionante.

Saturno global: camino al equinoccio (5)

Cuatro años después de su arribo al planeta, y marcando lo que sería el comienzo de su “misión extendida”, Cassini obtuvo una nueva panorámica de Saturno y su sistema de anillos. Pero a esta altura el planeta ya lucía diferente: ya muy próximo a su “equinoccio” (que ocurriría en 2009), la iluminación global del planeta había cambiado radicalmente con respecto a 2004. A punto tal que la sombra de los anillos ya no se proyectaba sobre el hemisferio norte, dejándolo ya plenamente iluminado por el Sol. Y no sólo eso: con la inminente llegada de la primavera, la mitad boreal del planeta también fue variando de color. Poco a poco, el azul de los años anteriores fue perdiendo intensidad, virando a un suave tono verde-amarillento. Una colorida metamorfosis que ya había sido observada durante décadas, y que aún no encuentra una explicación del todo clara. Aunque, evidentemente, se trata de un fenómeno asociado al cambio de estaciones en Saturno. Estaciones que, a diferencia de las nuestras, duran más de 7 años. Un último detalle: en esta foto también aparecen algunas lunas. Entre ellas, Titán (abajo a la izquierda).

Lunitas exóticas (6)

Entre los logros más significativos de la misión Cassini figuran sus acercamientos a varias lunitas de Saturno que jamás habían sido bien observadas. Aquí hemos elegido cinco particularmente exóticas, visitadas por la sonda entre 2005 y 2012. De izquierda a derecha, y empezando por arriba: Hiperión (250 km. de diámetro), una suerte de “luna-esponja”; Pandora (81 km.), con aspecto de papa golpeada; la extremadamente diminuta Metone (3 km.), con forma de huevito; la muy irregular y estriada Helena (30 km.), y Epimeteo (113 km.), también irregular pero mucho más cratereada. En suma: un quinteto variopinto que, sin la opulencia de Titán, ni la belleza de Encelado, también tiene lo suyo.

La súper tormenta blanca (7)

A fines de 2010, al comienzo de la primavera, una enorme tormenta gaseosa sacudió la calma del hemisferio norte de Saturno. Y con el correr de las semanas se fue convirtiendo en una colosal estructura que, con “cabeza y cola”, terminó dando toda la vuelta al planeta. Afortunadamente, una nave terrestre estaba allí para verla bien de cerca, y para seguir su evolución con lujo de detalles. Esta impresionante imagen fue tomada el 25 de febrero de 2011. Y muestra, con lujo de detalles, lo que fue el mayor fenómeno atmosférico observado en Saturno, no sólo por esta nave sino también por sus antecesoras (la Pioneer 11, en 1979, y las Voyager 1 y 2, en 1980 y 1981).

Saturno y Titán (8)

A esta colección sólo le quedan tres postales. Y son bastante recientes. Esta es del 6 de mayo de 2012, y es una de las más bonitas y significativas de la exploración planetaria contemporánea: Saturno con sus anillos de canto (y proyectando su sombra sobre el globo del planeta), y por delante, el magnífico Titán. Las seis imágenes que dieron lugar a este mosaico fueron tomadas cuando la nave estaba a menos de 800 mil kilómetros del mayor escolta de Saturno.

La Tierra desde Saturno... (9)

Vamos a la anteúltima. Y aquí, curiosamente, aparecemos nosotros. El 19 de julio de 2013, la cámara de campo amplio de Cassini tomó una serie de imágenes cuando la nave enfrentaba el hemisferio nocturno de Saturno. La idea era armar otro súper mosaico. Pero lo más interesante del asunto fue que en una de esas tomas aparecía la Tierra: es ese punto azul, que brilla tímidamente a la derecha del limbo de Saturno (en una versión ampliada, hasta puede verse un puntito junto a ella... la Luna, claro). En ese momento, nuestro planeta estaba a 1440 millones de kilómetros de la nave (y del planeta anillado). Así nos vemos desde allí.

A decir verdad, no fue la primera vez que nuestro planeta fue fotografiado desde el Sistema Solar exterior (de hecho, en 1990, la legendaria Voyager 2 lo había hecho desde más allá de Neptuno). Pero sí fue la primera vez que, al menos parte de la humanidad, lo supo por anticipado. A punto tal que en varios lugares del mundo aquel 19 de julio muchos saludaron simbólicamente al cielo, durante el momento aproximado en que la veterana nave tomaba esta foto...

...Y Saturno, desde “arriba” (10)

Y para el final, una postal que no podíamos dejar afuera. Una vista tan rara como exquisita que –más allá de las obvias cuestiones de proximidad de la nave– sería completamente imposible para cualquier telescopio terrestre. Desde aquí jamás podríamos ver al planeta desde una “perspectiva polar”, como la de esta foto: el 10 de octubre de 2013, Cassini sobrevoló el polo norte de Saturno. Y mirando hacia “abajo”, su cámara de campo amplio construyó este alucinante mosaico (de 3 x 4 imágenes individuales). A diferencia de todas las demás imágenes “clásicas”, esta panorámica nos muestra al colosal globo planetario claramente separado de sus anillos.

Para nosotros, éste el final. Y en cuanto a la misión Cassini, afortunadamente, eso aún está lejos de ocurrir: tanto la NASA como la ESA quieren sostenerla por algunos años más. Así sea. Hasta aquí, una tapa y diez fotos que hemos elegido, muy especialmente, a modo de reseña y celebración de una nueva y extraordinaria epopeya interplanetaria. Esas aventuras que nos hacen soñar con otros mundos. Lejanos, diferentes, pero tan reales como el nuestro.

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