Un puente entre dos culturas
Pensar a Stephen Jay Gould
desde la Argentina
Eduardo Wolovesky (compilador)
Eudeba, 140 págs.

Una de las características básicas de las conferencias, charlas o mesas redondas, uno de sus rasgos que las hacen ser como son tal vez sea su esencia efímera, única e irrepetible, para beneplácito de aquellos que dijeron presente y para desgracia de los ausentes. Pero lo que parecía una condena, una restricción para la extensión social de los argumentos vertidos durante los minutos (u horas) dedicados a la reflexión, con el tiempo se fue quebrando. Así, surgieron primero las desgrabaciones y luego las compilaciones, más prolijas y cuidadas por los propios expositores, que, sea cual fuera la calidad de su contenido, caen siempre como una buena sorpresa para todos los que pensaron que se habían perdido la conferencia de su vida.

Esa misma sensación de alivio es la que se experimenta al leer Un puente entre dos culturas. Pensar a Stephen Jay Gould desde la Argentina, libro en el que discurren las conclusiones de un grupo de destacados científicos que se reunieron el 26 y 27 de abril del año pasado en el C.C. Rojas para examinar el legado y la vida de una de las figuras más prominentes de la ciencia de los últimos 50 años: el paleontólogo, divulgador, historiador de la ciencia y fan Nº 1 de Darwin, el norteamericano Stephen Jay Gould.

Además del prólogo de su compilador, el biólogo Eduardo Wolovesky, el libro se completa con las reflexiones de Alicia Massarini (“Historia de la vida en la Tierra: la mirada de Stephen Jay Gould”), Luis Alberto Borrero (“La teoría del equilibrio puntuado, Gould, la arqueología y la paleoantropología”), Ana María Vara (“Stephen Jay Gould y la ‘visión dominante’ de la divulgación”), Héctor Palma (“La falsa medida del hombre: consideraciones epistemológicas sobre el problema del determinismo biológico”) y Diego Hurtado de Mendoza (“La historia de la ciencia como arqueología de valores epistémicos”).

Si bien se excede en elogios, esta compilación es la entrada ideal para aquellos que leen cotidianamente hasta el hartazgo el nombre de Stephen Jay Gould pero que nunca se atreven (por tiempo o por ganas) a introducirse de lleno en su obra para descubrir la más bella historia de todas: la historia de la vida en la Tierra.

F.K.