Al contrario de El fin de la ciencia, de Jack Horgan, donde se sostenía que la empresa que comienza en la revolución científica ya ha alcanzado sus límites, Las grandes preguntas de la ciencia hace un paneo razonablemente exhaustivo sobre aquello que no se ha contestado aún, y que por cierto no es poco. Esto es, la ciencia en la frontera, y no sólo cosmológica: ¿qué es la conciencia?, ¿qué son los pensamientos?, ¿cómo evolucionó el lenguaje?, ¿hay vida en otros planetas? y así, sin despreciar problemas aún no resueltos que afectan nuestra vida cotidiana, como ¿por qué nos enamoramos?. Aunque cada lector seguramente tiene su propias preguntas sin respuestas, y no se conformará con las que aquí encuentre, la lista es sin duda razonable y cubrirá un igualmente razonable panorama de expectativas.
Cada pregunta es precedida por una introducción que plantea el alcance y situación de la pregunta. El ensayo breve que sigue, más que dar una respuesta –imposible, desde ya–, comenta el estado de la cuestión. Como se trata, justamente, de problemas de frontera, son temas muchas veces controvertidos, o donde, por lo menos, subsisten polémicas importantes (como la que rodea a la sociobiología, por ejemplo, o la que gira sobre la operatoria actual de la evolución). Cuanto más aquellas que contienen un buen trozo de metafísica (o de religión) en sus mismas formulaciones, como ¿qué es el tiempo? o ¿existe Dios?, que, a diferencia de los interrogantes sobre la evolución, depende muy estrictamente del punto de vista ideológico, y más que situarse en las fronteras de una ciencia en expansión, se ubican en el límite de las competencias científicas: al fin y al cabo, aunque la ciencia es compatible con el ateísmo, no puede probar que el ateísmo es verdadero; la contestación a esta pregunta por parte de un sacerdote anglicano no es lo más feliz del libro. Pero de todas maneras, el hecho de que cada introducción y ensayo hayan sido escritos por autores diferentes multiplica los puntos de vista. El libro, así, cumple con una doble función; por un lado, mostrar las controversias sobre problemas concretos y, por otro, describir de manera interesante y sencilla el estado de situación de las ciencias de hoy en día.
L. M.