FINAL DE JUEGO
› Por Leonardo Moledo
¿Qué
es esa carta en letra tan pequeña? preguntó el Comisario
Inspector. Casi no se puede leer.
Nada, nada dijo Kuhn, restándole importancia, pero la verdad
es que se relamía mientras un otoño furioso se descargaba
implacable y la tensa región de CU aunque parecía vacía,
salvo por el temeroso asfalto, estaba siendo cruzada por innúmeros congéneres.
Querría verla dijo el Comisario Inspector, pero Kuhn se la
guardó en un bolsillo mientras la pequeña mole, simétrica
y simple, como un paralelepípedo integral, obstruía la visión
de aquello más grande y simple.
Los lectores resolvieron bien el enigma dijo el Comisario Inspector.
Alberto Díaz Artutzky Barros nació en 1896 o 1897, aunque muy
pocos advirtieron que podría haber nacido también en 1796, en
1696, aunque no en 1596.
Y se detuvo a recoger un pequeño objeto mientras desde lugares
cercanos, admirables pájaros se desplazaban continuamente, indicando
a alguien (¿pero es que siempre hay alguien?) que aun en el desierto
todo sigue (¿pero acaso estaban en el desierto?).
El enigma, el enigma de hoy reclamó Kuhn, que temía
que el Comisario Inspector volviera a preguntar por la carta en letra pequeña.
Bueno dijo el Comisario Inspector: hay cinco melones, que
son pesados de a dos en las diez combinaciones posibles. Los resultados de pesarlos
son 16, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 26, y 27 kilos. ¿Cuánto pesa
cada melón individualmente, teniendo en cuenta que los pesos son números
enteros?
¿A quién se le ocurre pesar melones de a dos, si es más
simple agarrar cada melón y pesarlo directamente? dijo Kuhn.
Pero, en fin, así son los enigmas.
¿Qué piensan nuestros lectores? ¿Cuánto pesa cada melón? ¿Y tiene sentido pesarlos de a dos?
Correo de lectores
Solucion del enigma
De la única manera
que una persona nacida un domingo cumpla siete años también un
día domingo, es que en ese período de siete años no haya
habido ningún año bisiesto. Un año tiene 365 días
al dividir por siete el resto es 1, por eso año a año el día
del cumpleaños va avanzando un día en la semana, salvo en los
años bisiestos donde avanza dos. El último período de siete
años sin año bisiesto fue entre los años 1897 y 1903 (el
1900 no fue bisiesto ya que una de las modificaciones introducidas por el calendario
gregoriano fue precisamente la de que el último año de cada siglo
es bisiesto únicamente si sus dos primeros dígitos son múltiplos
de 4) con lo cual Don Artutzky Barros debe haber nacido entre el 01/03/1896
y el 28/02/1897 y en 1996 soplaba 100 velitas o 99 (en el caso de que hubiese
nacido en enero o febrero del 1897). Estas mismas consideraciones alcanzan a
los períodos de 7 años 1797/1803 y 1697/1703 pero no conozco nadie
tan longevo como para seguir festejando su happy birthday luego de dos siglos...
Aunque pensándolo bien, ¿qué no lo conozcamos significa
que no exista?
Un abrazo
Bruno Laurito
Calendario
Estimados señores:
En el 45 a.C. los romanos adoptaron, a instancias de Julio César (con
el auxilio del astrónomo egipcio Sosígenes), el calendario egipcio
modificado de 365 1/4 días, donde para tener en cuenta aquel cuarto de
día adicional, se estableció que un año de cada cuatro
tuviera 366 días (año bisiesto o juliano). En el Concilio de Nicea,
la Iglesia adoptó dicho calendario. Sin embargo, el problema reside en
que la duración del año es de 365,24220 días y no 365,25
exactos, con lo que el calendario juliano se adelanta un día cada 128
años (o aproximadamente 4 días cada 400 años). Dicha anomalíafue
resuelta con la reforma gregoriana, donde se decide que cada 400 años,
tres de ellos no sean bisiestos (aquellos que terminan en 00 y no son divisibles
por 400).
Toda esta divagación teórica (muy a pesar del lector que las reprocha)
tiene por motivo explicar que el año 2000 fue bisiesto mientras que el
1900 no lo fue. Por lo tanto, Alberto Díaz nació un domingo de
1896, cumplió 7 años un domingo de 1903 y en 1996 tenía
100 años. Saludos,
Mario Capra
Susurro
Estimado Kuhn:
(Le hablo en voz baja porque no quiero que él escuche): Creo que el Comisario
Inspector no está bien. Lamento haber afectado su débil ánimo
con mi amargo reproche. Es cierto que lo de Irak nos tiene a todos conmovidos.
Pero el Comi no sólo ha caído de nuevo en sus divagaciones
teóricas como todo buen policía que se precie de tal. Esa
es, al fin y al cabo, la función de la Policía: ahora inventa
personajes y situaciones inverosímiles. No sabía que, además,
era maníaco-depresivo, con escasa tolerancia a la crítica. En
fin, tengo, estimado Kuhn, un amigo psiquiatra que puede ayudarlo. Cualquier
cosa, chífleme.
Darío A. Alonso
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux