Científicos de la NASA analizaron a la distancia los curiosos torbellinos y tormentas de arena en Marte, y creen que podrían generar cargas eléctricas así como las que generan los tornados pequeños en la Tierra. “Probablemente hay un ambiente eléctrico en Marte que hasta ahora no se ha medido”, dijo William Farrell del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la agenda espacial estadounidense. En el Planeta Rojo, los remolinos de polvo de tamaño enorme pueden alcanzar los 500 metros de un extremo a otro, con alturas de miles de metros.

El robot Spirit alcanzó el cráter “Missoula”, una depresión de 100 metros de ancho, en su camino a las colinas Columbia. El Opportunity, por su parte, hizo lo propio con el cráter “Fram” (foto), ubicado a medio camino del cráter Endurance, que tiene unos 150 metros de diámetro.

Los científicos estadounidenses están sorprendidos por el parecido entre los meteoritos encontrados en la Antártida y una roca bautizada “Bounce”, presente en el desolado paisaje marciano de Meridiani Planum. La composición de la roca es similar a la del meteorito etiquetado como EETA79001-B, descubierto en el continente blanco en 1979. Opportunity usó su herramienta de abrasión para pulverizar la superficie de la roca Bounce, y la armadura espectral de la capa subyacente muestra una composición de 69 por ciento de piroxeno, 20 por ciento de plagioclasa y 11 por ciento de olivino.