A partir de ahora, a la anónima y ubicua bacteria Bacillus subtilis se la deberá mirar con otros ojos: científicos japoneses de la Universidad Keio de Tokio lograron escribir un mensaje dentro del mismísimo ADN de este organismo, un avance que, según se cree, podría conducir a una nueva era de computadoras orgánicas . El equipo liderado por Yoshiaki Ohashi codificó en binario el mensaje “E=mc2 1905!” antes de implantarlo en las bacterias. Y luego de unos días comprobaron que aún estaba allí. Lo curioso es que el mensaje puede pasar de generación en generación, perdurando casi por cien millones de años. “Si quisiera podría guardar mi diario íntimo en estas bacterias; así mi historia sería capaz de perdurar durante miles y miles de años”, aseguró Ohashi, exultante.