LOS VISITANTES
Las actuales Spirit y Opportunity no son las primeras naves que se posan con éxito en la superficie de Marte. En realidad, estos geólogos robotizados, de seis ruedas, comparten la hazaña con tres misiones previas. Las pioneras fueron las Viking I y II (NASA), que en 1976 sorprendieron al mundo transmitiendo las primeras postales marcianas, desde las polvorientas y anaranjadas tierras de Chryse y Utopía, respectivamente. Además realizaron estudios meteorológicos, geológicos y hasta biológicos (ver nota principal). El tercer contacto directo con Marte vino después de un largo paréntesis de más de veinte de años: en julio de 1997, la Mars Pathfinder norteamericana devolvió al planeta rojo a las tapas de los diarios. Pathfinder estudió el clima durante tres meses, mientras que su socio, el pequeño Sojourner, se paseaba a su alrededor, a velocidad de tortuga, analizando las rocas. El pasado 4 de enero le llegó el turno a Spirit, y hace apenas una semana a su gemelo, Opportunity. Ambos son versiones mejoradas del Sojourner: más grandes, veloces e inteligentes, y equipados con mejores instrumentos (entre ellos, un microscopio para observar detalles muy finos en las rocas, y una cámara estéreo que ofrece panoramas de alta resolución, similares a los que verían nuestros ojos). Son cinco amartizajes pero, durante los próximos años, la lista crecerá sin parar. Y en algún momento, finalmente, el hombre caminará en Marte.
Nota madre
Subnotas