RAMOS GENERALES
Holanda en la delantera
¿Quieren noticias del primer mundo? Ahí va una: en Holanda, por ejemplo, los ministerios de Asuntos Sociales y de Economía llevan ya un tiempo creando lazos con universidades y con grandes empresas, para destrabar el hecho de que en los directorios de esas grandes empresas haya aún muy pocas mujeres. Ya obtuvieron resultados: la empresa de seguros Delta Lloyd, por caso, ha comenzado a impartir cursos de capacitación para sus empleados a los que llama “Posibilidad de equilibrio”. En ellos se analiza que el previsible latiguillo de que las mujeres son menos competitivas y que por ende no llegan a los puestos de arriba de la pirámide es una tontera, ya que aun en la cima de la pirámide son necesarias otras cualidades al margen de la competitividad. Paralelamente, Saskia Keuzenkamp, de la Oficina de Planificación Social y Cultural, explica algo que nos es novedoso: las mujeres detienen su crecimiento laboral porque suelen trabajar media jornada para cumplir además con la supervisión de sus familias, mientras los hombres tienen total disponibilidad. Lo novedoso es otra cosa: el gobierno holandés decidió promover en la mayor cantidad de empresas posible la media jornada, para que las mujeres estén en igualdad de condiciones de escalar. Y eso es así porque por un lado, claro, la economía holandesa puede permitírselo, pero también porque, según los holandeses, el país marcha bien porque sus ciudadanos pueden compatibilizar trabajo y afectos.