ESCENAS
¿Cómo vuelvo? Leyenda de una maestra errante, basada en cuentos de Hebe Uhart, adaptados por la actriz María Merlino, quien también los interpreta con furia y emoción.
› Por Alejandra Varela
Como si se tratara de un fuera de cuadro, ese recurso que Godard utilizaba en sus películas para expandir la imagen cinematográfica a aquello que no se podía ver, la voz es un canto tan conmocionante como un espectro.
Ella llega un poco después. El espacio se abre para resaltar cierta épica. Todo parece grandioso alrededor de esta pequeña maestra, la pampa, el caballo, esa llanura animada pero mansa, como su protagonista. Porque el personaje que compone María Merlino tiene una furia que sólo se desbarranca en su confesión. El escenario teatral funciona como una instancia difusa donde la protagonista se revela ante un espectador en el tiempo propio de la narración.
El pasado no es sólo la materia de los cuentos de Hebe Uhart que Merlino desarma para construir su estructura, es el filo sobre el que nace una protagonista narradora que hace de la palabra un fruto para pensar los hechos, para contarlos, para evitar el desarrollo de situaciones donde ella sería, tal vez, una figura secundaria, casi invisible y convertirse, a través de un discurso que no es social, que no podría compartir con nadie, en una autora.
En su manera de decir, en esa voz lenta, Merlino se deja ganar por el lenguaje preciso que traza Uhart para que sus maestras encuentren en ese tono gastado, en la palabra obligada, un sismo interno. Uhart hace del lenguaje didáctico, de la explicación, un dibujo para construir la empatía que se irá manchando de imposibilidades. Ella, la mujer en el cuerpo de Merlino, es una desubicada. Una chica que ama Dostoievski, que tiene ideas pero que no puede conseguir un aula agradable ni logra que el portero le acerque las mejores láminas. Despojada de todo, con los alumnos que no la obedecen, esa chica no tiene volumen en el mundo, es una estampa transparente que piensa y observa pero que se niega a manifestar su singularidad.
Ella quema su guardapolvo de niña y sus libros. Elige no leer y confinarse a una cotidianidad doméstica. Usa la hoguera en el sentido contrario y se borra como sujeto pero en ese monologo que Merlino lleva adelante con meticulosidad y deleite, como si adorara cada palabra que dice, aparece lo femenino en su pendiente, en su dificultad. La mujer más plana es, para Merlino y para Uhart, el bosque más confuso. Las contradicciones de esa interioridad que Merlino vuelca en escena para hacer de la cabeza y del alma de su personaje una tensión tan implacable como una batalla, son la trama de la dramaturgia que estas dos mujeres, la escritora y la actriz, dejan en el espectador como una polvareda.
La maestra no será heroína pero su sencillez es una molesta apariencia. La escena teatral es el momento donde tomar la palabra se vuelve un acto político. Es mucho lo que esta mujer guardó en ese cuerpo que al ser tocado, al filtrarse en su sexualidad un contacto leve con lo que jamás debió conocer, hará surgir la pregunta del título, ¿Cómo vuelvo? cuya resolución no podrá ser capturada.
Merlino ejerce una comprensión desde lo emocional que le da a ese texto bordado por ella una dimensión narrativa que supera la anécdota. Si Uhart enlaza el relato con la opinión y de ese modo despierta ideas posibles gracias a que la identificación y la ternura se interrumpen con la risa, con la delimitación de una inocencia que lxs lectorxs vivirán con cierta distancia, Merlino expone a su maestra como un ser que resguarda un imaginario nostálgico sin llegar a ser nunca piadosa con ella. El arte de mostrar a su personaje entra en una ligera tensión con la voluntad de cuestionarlo, de negarse a una empatía total pero, como si el virtuosismo de su trabajo encerrara mil madejas, en la afectividad que provoca su actuación también se encuentra la posibilidad de entenderla, de descubrir que detrás de cada mujer simple hay una ferocidad que no encontró su lugar, una mirada que no se conforma y un canto interno que provoca desdicha cuando la tarde se oscurece.
¿Cómo vuelvo? Adaptación de los cuentos de Hebe Uhart realizada por María Merlino, con la actuación de María Merlino y la dirección de Diego Lerman, se presenta los sábados a las 20 y a las 22 horas en Santos Dumont 4040, CABA.
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