Buenos Aires será una vez más parte del homenaje internacional dedicado a la escritora brasileña más estudiada, Clarice Lispector, denominado “La hora de Clarice”, que se realiza desde 2011 al modo del “Bloomsday” de James Joyce, en Irlanda. Quien supo cultivar un perfil enigmático y de acento que daba cuenta de su origen ucraniano, se dedicó a la escritura luego de divorciarse de un diplomático. Hasta el final de sus días cautivó a cientos de mujeres –y también hombres- desde sus columnas, cuentos y novelas –con personajes y voces de lo más variados- y, hoy, desde sus múltiples re-ediciones o publicaciones inéditas –destacándose la editorial Siruela en el exterior y Corregidor o El Cuenco de Plata en Argentina- con traducciones también in crescendo.

“Desde su primer libro, Cerca del corazón salvaje, escrito en 1944, y cuando sólo tenía 24 años, planteó una escritura de gran intensidad que investigó en los nexos entre la intimidad y lo público en sus diferentes manifestaciones”, dice Gonzalo Aguilar, jefe de la cátedra de Literatura Brasileña (UBA), crítico e investigador. Asimismo, cuando se le pregunta por qué Lispector ha cobrado tanta relevancia en la última década fuera de Brasil, aclara: “La importancia que adquirió la relación ente la intimidad y la exterioridad en cómo pensamos la literatura, los sujetos, los géneros sexuales o la política hizo que Clarice fuera dando respuestas a diferentes tipos de lectores y de diversas épocas: es como si su literatura nos hablara a cada uno y abriera nuevos mundos. Esta celebración es un acto de amor y reconocimiento”.

La jornada tendrá lecturas y performances a cargo de Vanesa Guerra, Mercedes Araujo, Tálata Rodríguez, Julián López, Inés Menéndez Hopenhayn, Olivia Gallo, con curaduría de Vanesa Guerra y Lucas Mertehikian. Por su parte, Vivi Tellas dirigirá la performance “Los murmuradores”, Las verseras harán la performance denominada “El amor en sombra” y Marina Quesada la performance “Si yo fuera yo”. Ésta última, tuvo su antecesora en “La hora de Clarice 2014”, con la llamada “Tengo miedo de cuando la tierra se formó”. “Se sigue buscando hacer de antena para traducir a nuestro tiempo real, sintonías radiales claves del mundo de la autora. Diferentes mujeres, con nuestros cuerpos y voces, iremos tomando prestada la edad de la otra, con música en vivo. Mientras que la directora cerrará el círculo de esta pieza, desde Brasil. Quesada instala el vacío blanco de Clarice, la nostalgia, todo eso que contamos sin darnos cuenta, siendo mujeres, mortales, hijas y huérfanas”, adelanta Juana Rinaldi, una de las actrices que intervienen.

También habrá instalaciones de Florencia Walfish y Mariela Scafati, una intervención dirigida por Fabiana Capriotti y proyecciones de la artista Fabiana Barreda: “El gift que mostraré se relaciona con lo que vengo trabajando en la serie “Vectoriales de Pensamiento Cuerpo y Subjetividad” en relación con la escritura. Cuando Clarice escribe posee la intimidad del pensamiento interno, ese murmullo que acompaña al corazón cuando nuestro cuerpo siente las emociones y conjuga el placer con el conocimiento existencial”, explica. Además, se podrá disfrutar de música de Gaby Comte, Sol Wenceslada, Marisa Lorda y Valeria Cini y del estreno del documental A descoberta do mundo de Taciana Oliveira, en paralelo al resto de las ciudades. Y para lxs más pequeños se dictará un taller infantil a cargo de Grisel Pires do Barros. También habrá puestos de venta de libros de Lispector. La organización está a cargo de Gonzalo Aguilar, Constanza Penacini y Carmen Güiraldes, con colaboración de Editorial Corregidor y cuenta con el apoyo de la Embajada de Brasil, de la Biblioteca Nacional y del Museo del Libro y de la Lengua.

“La hora de Clarice” será este sábado a partir de las 14.30 y hasta las 21, en la Plaza Boris Spivacow (no se suspende por lluvia) y en el interior del museo –con acceso libre desde el Museo del Libro y de la Lengua, Las Heras 2555, o desde la escalinata de la esquina de Austria y Las Heras–.