El paso del tiempo no debe ser sinónimo de impunidad en los abusos sexuales. En muchos casos una víctima se anima a denunciar cuando es mayor de edad, cuando se siente fuerte, cuando encuentra a otras victimas, cuando se va a convertir en madre, cuando se siente acompañada o protegida o fuerte. Ese momento de valentía no puede estar cercenado por la prescripción del delito. Por eso, desde noviembre del año pasado, rige la nueva Ley 27.206 que modifica el plazo de prescripción de delitos contra la integridad sexual de menores.

El jueves 16 de junio se realizó, en el Senado de la Nación, la Jornada “La Ley de Respeto a los Tiempos de las Víctimas y su aplicación”. La Senadora Sigrid Kunath, la autora del proyecto que impulsó la nueva normativa, resaltó la importancia de visibilizar los cambios legislativos: “Con esta ley que está vigente, una persona puede denunciar un delito contra la integridad sexual independientemente de la edad que tenga la víctima y de los años que hayan pasado desde la comisión del delito. Esto significa que desde la justicia no se le puede contestar a nadie que no se puede investigar porque (el delito) esta prescripto”.

Por su parte, Carlos Rozanski, Juez del Tribunal Oral en lo Criminal Federal I de La Plata subrayó: “A mí me impresionó siempre cómo hay personas en cualquier poder del Estado que, sin ninguna dificultad, pueden comprender lo que significa el tiempo de una víctima y otras que no lo van a comprender nunca y la diferencia entre una y otra es la empatía. Una criatura que fue abusada cuando fue chica no habló no porque no quiso sino porque no pudo y si no pudo no la podemos sancionar, porque vamos a estar tirando por la borda tantos años de dolor y preocupación. Garantizar los derechos de las víctimas no tiene absolutamente nada que ver con violar los derechos del acusado”.