En 7 de cada 10 abusos sexuales el agresor es un familiar de la victima: en el 45,7 por ciento el abusador es el padre; en el 15,2 por ciento el padrastro y en el 9,2 por ciento otros familiares, según un estudio sobre 315 casos del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, realizado por Virginia Berlinerblau y citado en “Abuso sexual en la Infancia, Guía para orientación recursos disponibles en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires”, editado por la Fundación Para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) con el apoyo del Fondo Canadá.

La Guía fue re-editada, en junio del 2016, para incorporar novedades y aggiornar la legislación a la reforma del Código Civil que consideran auspiciosa, por ejemplo, para que niños y niñas puedan ir a la justicia con su propio abogado/a para que puedan ser escuchado –cabalmente– en sus relatos sobre abusos, ya que se establece que la persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo proceso judicial que le concierne, así como a participar en las decisiones sobre su persona.

Las autoras de la Guía –Mabel Bianco, Norma Graciela Chiapparrone, María Beatriz Müller y Paula Wachter– recalcan: “Una de las principales razones por las cuales el abuso sexual en la infancia es de difícil detección y sanción es porque generalmente los abusadores son parte del entorno familiar/social próximo del niño/a abusado/a. Aun nuestra sociedad coloca a la familia como lugar indiscutible de protección de los niños y niñas cuando, en realidad, puede ser el ámbito de mayor vulnerabilidad, riesgo y desprotección. Todavía encontramos a personal de la salud, justicia y seguridad asombrados ante situaciones de incesto poniendo en tela de juicio el relato del niño/a y re victimizando a niños y niñas”.

Más información: www.feim.org.ar